Raúl Castro Ruz pone fecha a su salida del poder

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(Miaminews24).- Raúl Castro Ruz anunció formalmente ayer, jueves, que saldrá de la presidencia de Cuba el próximo 19 de abril de 2018, cuando el parlamento cubano dará un giro histórico al seleccionar un nuevo mandatario en medio de un momento económico y político crítico para la nación.

Será la primera ocasión desde el triunfo de la Revolución en 1959 que un Castro Ruz no estará en el poder en Cuba. Fidel Castro Ruz dirigió el país desde entonces hasta que en el 2006 dejó el poder por motivos de salud y su hermano lo relevó en el puesto.

“Deseo ratificar lo ya expresado en los congresos del Partido Comunista de Cuba sobre limitar a dos términos de cinco años el ejercicio de los principales cargos de la nación. En consecuencia, cuando la Asamblea Nacional se constituya, habrá concluido mi segundo y último mandato al frente del Estado y el Gobierno, y Cuba tendrá un nuevo presidente. Sólo me resta desearles a ustedes y a nuestro pueblo un feliz año nuevo”, dijo Castro Ruz en su mensaje ante la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP), que celebró su sesión de fin de año.

En esa sesión se aprobó una disposición para posponer por dos meses la entrada en funciones del nuevo parlamento, por lo que las especulaciones de todo tipo no se hicieron esperar, a pesar de que se atribuyó la demora al retraso en el calendario de elecciones provocado por la emergencia causada por el huracán Irma en septiembre pasado.

La ANPP, máximo ente legislativo de Cuba, extendió el mandato de su octava legislatura hasta el 19 de abril de 2018, dos meses más del periodo original, y en esa fecha se escogerán los miembros del Consejo de Estado, de cuyos integrantes saldrá el nuevo presidente del gobierno.

Para validar su decisión, la ANPP echó mano del Artículo 72 de la Constitución del país, el cual establece que “la Asamblea Nacional del Poder Popular es elegida por un término de cinco años. Este término solo podrá extenderse por acuerdo de la propia Asamblea en caso de guerra o a virtud de otras circunstancias excepcionales que impidan la celebración normal de las elecciones y mientras subsistan tales circunstancias”.

“Es conocido por todos las catastróficas consecuencias que trajo para la nación el fenómeno meteorológico que nos azotó en el pasado mes de septiembre, lo que dio lugar a la entrega inmediata y priorizada de todos los esfuerzos y recursos del país a recuperarnos con prontitud e ir restableciendo paulatinamente las condiciones normales de vida de nuestro pueblo. Este suceso imprevisible y excepcional hizo objetivamente imposible desarrollar en los tiempos previstos el cronograma trazado por la Comisión Electoral Nacional para efectuar las elecciones generales, haciendo necesario su modificación por el Consejo de Estado”, apunta la iniciativa legislativa.

Esta ANPP vencía su mandato en febrero, cuando sería sustituida por un nuevo ente que saldrá del complejo proceso eleccionario que el país inició de manera dilatada en noviembre pasado con la selección y constitución de las asambleas municipales del poder popular, algo así como las alcaldías en el sistema puertorriqueño. Ese grupo de parlamentarios tendrá a su cargo la selección de un nuevo presidente.

El nuevo mandatario, que todo apunta a que será el primer vicepresidente del país, Miguel Díaz Canel, enfrentará un desafío económico muy importante.

Si bien el paso del huracán Irma, el cual dejó una ola de destrucción en Cuba que superó los $500 millones, no impidió una ligera recuperación en la economía cubana ni comprometió severamente las expectativas de crecimiento en el turismo, lo cierto es que el déficit presupuestario seguirá creciendo, así como los problemas en el flujo de divisas.

Ricardo Cabrisas Ruiz, ministro de Economía y Planificación, sostuvo que en el 2017 el Producto Interno Bruto (PIB) creció 1.6 por ciento, superando el 1.1 por ciento registrado el año pasado, cuando la economía se desaceleró y se quedó .9 por ciento por debajo de las proyecciones.

El resultado de 2017, que no alcanzó por cuatro décimas de punto al 2.0 por ciento proyectado para el año, fue impulsado por los sectores del turismo, el transporte, las telecomunicaciones, la agricultura y la construcción.

El turismo tuvo un crecimiento de 4.4 por ciento, transporte y comunicaciones crecieron 3.0 por ciento, así como la agricultura, y la construcción registró un aumento de 2.8 por ciento, según el informe publicado en la prensa oficial.

“Teniendo en cuenta la combinación de factores que han impactado en la economía, podemos concluir que se avanza aún con pasos discretos, pero se sostiene la tendencia gradual en la dinámica del desarrollo”, agregó Cabrisas, quien fijó en 2.0 por ciento la meta de crecimiento para el 2018.

El turismo aportó muy buenas noticias, aunque Irma se ensañó particularmente con las zonas turísticas de Los Cayos, Varadero y La Habana, las principales del país, justo antes del inicio de la temporada alta, que se da en el invierno.

Al cierre de noviembre, Cuba había recibido 4,257,754 visitantes internacionales, para un crecimiento del 19.7 por ciento con relación al mismo periodo en el 2016, unas cifras nada desalentadoras si se tiene en cuenta los extensos daños que provocó Irma.

Las expectativas están en cerrar el año con la cifra récord de 4.7 millones de turistas y lograr superar los cinco millones en el 2018, un número complicado, sobre todo, cuando Estados Unidos ha colocado nuevas restricciones a sus ciudadanos para que puedan venir a Cuba, una política distinta a la patrocinada por la pasada administración de la Casa Blanca.

Estados Unidos se ha convertido en el segundo mercado en enviar viajeros a Cuba. En primer lugar está Canadá, que aporta el 23 por ciento de los turistas, pero la friolera de 1,250,521 visitantes llegó desde suelo estadounidense, fueran ciudadanos de ese país o cubanos residentes allí.

Los logros para Cuba han sido discretos en el 2017, pero logros al fin, sobre todo, cuando los pronósticos preveían un alto impacto por Irma y por el otro huracán, el de nombre Donald Trump, que también ha complicado bastante el escenario.

El 2018 no será diferente. Estados Unidos parece que no ha puesto punto fin a su ofensiva y el país se encamina a ser gobernado por un dirigente que no fue combatiente en la Sierra Maestra y que no tiene apellidos Castro Ruz, todo un hito en esta nación, que intenta seguir adelante con su proyecto socialista a pesar de lo complicado del escenario económico global.

“En 2017 hemos sido testigo de un serio e irracional retroceso de las relaciones Cuba- EEUU, del cual nuestro país no es responsable”, sostuvo Castro Ruz en su mensaje, en el cual también se refirió a los sensitivos temas económicos que heredará su sucesor.

“No nos satisface, pero ha sido logrado en un escenario de restricciones, limitaciones con el combustible, la sequía y los efectos del bloqueo contra Cuba”, expresó al referirse a los resultados económicos de 2017.

“El próximo año será también complicado para las finanzas externas de la nación, sin embargo, seguiremos credibilidad de nuestra economía y reitero a los acreedores el cumplimentar los compromisos pactados, y agradecemos su apoyo y comprensión por las dificultades transitorias que afrontamos”, agregó el mandatario, que recalcó en la necesidad de poner fin al sistema de doble moneda que se mantiene en el país.

Con este bombazo político y económico cierra el 2017 en Cuba y se da la bienvenida al 2018, que registrará el 19 de abril otro momento histórico en una fecha que no fue escogida al azar, pues ese día se conmemora la invasión a la Bahía de Cochinos, cuando los cubanos reclaman que “derrotaron a Estados Unidos y sus mercenarios”.

Con información de AP.

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