Régimen cubano exporta médicos y deja a su población desatendida

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(Miaminews24).-Cuba es hoy el país del mundo con más médicos por cada mil habitantes. Sin embargo, los profesionales de la salud que se ocupan de la atención primaria en la Isla son cada vez menos. Un análisis de los Anuarios Estadísticos de Salud Pública certifica esta contradicción, y confirma la percepción de los cubanos de lidiar con un sistema sanitario divorciado de la propaganda oficial.

Según un reporte publicado por Diario de Cuba, si en el año 2010 los médicos destinados en los Consultorios de la Familia llegaron en Cuba a ser 36.478, en 2017 solo quedaban 13.131; es decir, una reducción del 64% en menos de una década.

Así, nos vemos en un escenario en el que Cuba, con más médicos por cada mil habitantes (7,5) que países como Suecia (4,2), Alemania (4,1), EEUU (2,6) y Japón (2,4) —según datos de 2014 del Banco Mundial—, decide recortar drásticamente la atención primaria a la población.

Salud y voluntarismo

1984 fue el año en que, impulsado por Fidel Castro y con el objetivo de llevar la atención sanitaria a todo el país, el Gobierno cubano creó el Programa del Médico y la Enfermera de la Familia. En 1987 se graduaron los primeros especialistas en Medicina General Integral, y diez años más tarde, 18.090 consultorios, edificados en comunidades, pueblos y barrios, habían transformado el panorama de la salud pública a nivel nacional.

Según la versión oficial, a partir de ese momento se redujeron los ingresos hospitalarios gracias a la atención preventiva. Igualmente, se elevó la calidad de la atención prenatal y la cobertura vacunal superó el 98%… Esos y otros indicadores de salud convirtieron al programa en referente mundial. Sin embargo, este carecía de un plan de sostenibilidad.

En 1991, la desaparición de la URSS y el campo socialista, y el fin de las subvenciones al Gobierno cubano, provocaron una implosión económica que sumió la Isla en una crisis sin precedentes y evidenció la vulnerabilidad estructural de los planes del Gobierno.

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Salud, petrodólares y sociedades anónimas

La llegada de Hugo Chávez al poder en Venezuela en 1999 cambió completamente el panorama. La afinidad ideológica entre Caracas y La Habana condujo a una relación económica basada en el intercambio de petróleo por servicios profesionales. Mientras más de 100.000 barriles de crudo llegaban diariamente a Cuba en condiciones preferenciales, decenas de miles de trabajadores de la salud, profesores y entrenadores deportivos cubanos aterrizaban en el aeropuerto de Maiquetía.

Para La Habana, Caracas tomó el relevo de Moscú como salvavidas económico. El pasado 31 de octubre, en un acto por los 18 años del Convenio de Cooperación Cuba-Venezuela, el presidente venezolano Nicolás Maduro dijo que a lo largo de Barrio Adentro —el programa en el que participan los profesionales de salud de la Isla—, se habían realizado 872 millones de consultas y más de 50 millones de asistencias en centros de alta tecnología liderados por médicos cubanos.

El oxígeno provisto por Venezuela reveló a La Habana un nuevo escenario: contaba con un esquema insostenible de atención médica dentro del país, pero también con un ejército de profesionales y la posibilidad de sacar provecho de la venta internacional de sus servicios.

Ante esta coyuntura, a raíz del VI Congreso del Partido Comunista, el Gobierno inicia una estrategia que llamó Actualización del Modelo Económico. Nuevas entidades comerciales, bajo la figura de opacas sociedades anónimas, ocuparon funciones que antes centralizaban los ministerios, sobre todo en las actividades más lucrativas. Una Comercializadora de Servicios Médicos Cubanos (CSMC S.A.) se hizo cargo del negocio de exportación de personal de la salud.

Ya a finales de 2017, había trabajadores de la salud cubanos en 64 países, con Brasil y Venezuela como principales destinos.

fuente:DLA.