Detuvieron por robo a pareja que ganó $500.000 en “raspa y gana”

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“Los dos trabajamos realmente duro, y ha sido difícil sostener a nuestras familias”, explicaba Stephanie Harvell en enero de 2016. “Acabamos de perder nuestro auto, y el día que rascamos ese boleto recibimos un aviso de desahucio”, añadió la mujer.

Con 25 años, la vida junto a su marido, Mitchell Arnswald, de 26 años, y sus dos hijas pareció cambiar aquel 11 de enero, después de detenerse en una gasolinera y comprar un billete de lotería por cinco dólares en Bay City, una pequeña ciudad costera de Michigan junto a los Grandes Lagos, reportó RT.

Ganaron medio millón de dólares: “Lloré como un bebé”, explicó la mujer, “aún no me lo podía creer”.

Tras acudir a las oficinas de la lotería de Michigan a cobrar su premio, aseguró que planeaban comprar una casa y un auto, y ahorrar algo de dinero para llevar a sus hijas a la universidad.

“Es difícil encontrar palabras para expresar lo que esto significa para nuestra familia”, concluyó, “pero no podría haber ocurrido en mejor momento”.

Tres años después, ella y su esposo están en la cárcel local, vinculados a una epidemia de robos en viviendas de Michigan.

“Creemos que podrían ser responsables de más de los que creemos”, ha asegurado el sheriff del condado de Bay, Troy R. Cunningham.

La oleada de robos comenzó a principios de este verano, en casas vacías y a plena luz del día. Se registraron más de una docena en el condado de Bay, y otros tantos en condados vecinos, hasta que finalmente la policía pudo descubrió el pasado jueves un vehículo Ford vinculado a estos incidentes aparcado junto a un supermercado.

En su interior, los agentes descubrieron al matrimonio que tres años antes había ganado la lotería, junto con varios objetos robados. En su casa hallaron más mercancía y otras pruebas vinculadas a estos delitos.

La conocida como maldición de la lotería parece ganar así un nuevo caso, que recalca la suerte de otros ganadores caídos en desgracia: Jim Hayes, que obtuvo 19 millones de dólares y terminó robando bancos para pagar su adicción a la heroína; o Willie Hurt, acusado de asesinato dos años después de ganar 3,1 millones, en este caso también por adicción a la droga.

O Jack Whittaker, que ganó 314 millones en un sorteo de Powerball en 2002. Decidió cobrar el premio entero, 113 millones después de impuestos, por entonces el mayor entregado a un solo ganador.

Fuente: miamidiario.com