MEDIDAS DE MADURO LLEGAN TARDE PARA EVITAR EL COLAPSO ECONÓMICO DE VENEZUELA

863

(Miaminews24).- Para David Osio, asesor financiero de Davos Financial Group, “ni la devaluación o el aumento en los precios de la gasolina, harán algo en el corto plazo para generar los dólares necesarios que contrarresten la caída en los ingresos petroleros”.

Para PDVSA un default sería desastroso ya que a diferencia de la Republica, tiene activos importantes fuera del país, incluyendo CITGO en Estados Unidos. El riesgo de que estos activos les sean confiscados es la principal razón por la cual quieren evitar el default.

Luego de una extensa demora, y una actitud de negación ante la crítica situación económica del país, Nicolás Maduro tomó la decisión de devaluar el bolívar – simbólicamente.

Para el Comité de Inversiones de Davos Financial Group, el ajuste de Bs 6.3/$ a Bs 10/$ resulta absurdo cuando el mercado secundario supera los Bs 1,000/$, los precios del petróleo han caído 80% y la inflación se ubica en triple dígitos elevados.

Por otro lado también anunció el primer aumento en los precios de la gasolina desde hace 20 años, algo que ni siquiera su antecesor se había atrevido a hacer. Esto demuestra que Maduro y su gobierno están finalmente cayendo en cuenta de la cruda realidad económica que está viviendo el país.

“Desafortunadamente, es muy poco y muy tarde lo que están tratando de hacer para evitar el colapso total que se avecina”, comenta David Osio, asesor financiero de Davos Financial Group.

Aunque una devaluación crea un efecto positivo en las cuentas fiscales de la nación y de PDVSA, no resuelve el problema real que es la iliquidez de dólares, afirma Osio.

El presidente Maduro ha mencionado que las transferencias de PDVSA al gobierno cayeron de $37,200 millones en el 2014 a $12,600 millones en el 2015.

De acuerdo con David Osio, “ni la devaluación o el aumento en los precios de la gasolina, harán algo en el corto plazo para generar los dólares necesarios que contrarresten la caída en los ingresos petroleros”.

Osio explica al respecto que “las reservas internacionales se verán pulverizadas para que el gobierno pueda cubrir sus obligaciones financieras externas. Ya en lo que va de año han caído $1,200 millones ubicándose en $15,000 millones, pero con el pago de las obligaciones de los bonos soberanos el pasado 26 de febrero, habrán bajado $1,500 millones más”.

Por otra parte, la salida del Ministro de Economía, Luis Salas, quien defendía la cesación de pagos indica que el gobierno mantiene la intención de pago. Sin embargo, se espera que la iliquidez de dólares solo empeore a medida que transcurre el año, y los cambios económicos recién anunciados no lograrán reducir el alto riesgo de default en el 2016

Ante la pregunta sobre la confianza crediticia en el país, Maduro siempre responde los mismo que Chávez solía decir, que su gobierno nunca ha faltado a un pago ni nunca lo hará.

“Esta vez los inversionistas están requiriendo una muy alta recompensa para darle el voto de confianza. El rendimiento en los bonos del país se ubica cercano al 35% anualizado”, señala David Osio.

El estado venezolano es responsable por la mitad de la deuda externa, mientras que la otra mitad le corresponde a PDVSA. Una de las diferencias más importantes es que la mayoría de los contratos soberanos tienen una cláusula de acción colectiva (CACs), donde con tan solo la aprobación de un porcentaje de los tenedores de los bonos, se podría imponer una reestructuración en toda la emisión.

Por su parte Adam Stramwasser asesor de Davos Financial Advisors, advierte “PDVSA tendría una situación más complicada a la hora de reestructurar ya que no cuentan con las clausulas CACs. Si no todos los tenedores están satisfechos con una oferta de reestructuración, algunos pocos podrían trancarle el juego.

Para PDVSA un default sería desastroso ya que a diferencia de la Republica, tiene activos importantes fuera del país, incluyendo CITGO en Estados Unidos. El riesgo de que estos activos les sean confiscados es la principal razón por la cual quieren evitar el default.

De verse forzado, PDVSA buscaría retrasar los pagos que vencen a finales de año, pero esto requerirá de la aprobación de todos los acreedores, acota Stramwasser.

Lo cierto es que el gobierno de Maduro no parece tener un plan claro para pagar las deudas, aparte de rezar porque el precio del petróleo se recupere vertiginosamente.

En el 2007 Venezuela dejó de cooperar con el Fondo Monetario Internacional, el cual podría ser una fuente importante de asistencia. Todavía podría seguir pidiendo apoyo a China, quien ya ha prestado más de $45,000 millones a cambio de petróleo.

“Si deciden continuar prestando y al mismo tiempo se recuperan los precios del petróleo, habría un pequeño chance que Venezuela pueda cumplir con sus obligaciones”, concluye David Osio.

Por David Osio, de DAVOS Observer.