Batallas campales en Rio y Sao Paulo

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(MiamiNews24).- Choques entre policías y manifestantes, con autobuses incendiados en Rio y altercados cerca de la casa del presidente Michel Temer en Sao Paulo, cerraron una huelga general que paralizó el viernes el transporte y servicios públicos en las mayores ciudades de Brasil.

Los enfrentamientos se iniciaron al comienzo de la tarde cerca de la Asamblea Legislativa del Estado de Rio y culminaron al caer la noche, cuando la policía cargó contra grupos que se concentraban en las inmediaciones de la plaza Cinelandia, donde se realizaba una protesta pacífica contra las medidas de austeridad impulsadas por el conservador Temer, indicaron reporteros de la AFP.

Grupos de jóvenes levantaron barricadas y destrozaron mobiliario urbano, al tiempo que los manifestantes buscaban salir del lugar en medio de la humareda provocada por los incendios y por los gases lacrimógenos lanzados por los cuerpos antidisturbios de la policía.

Al menos ocho autobuses fueron quemados

Escenas similares se repitieron poco después en las inmediaciones de la residencia particular de Temer en Sao Paulo, con los agentes lanzando bolas de goma y bombas de ruido a los ‘black blocs’, en su mayoría jóvenes radicales y enmascarados, que depredaban la zona. Ni el presidente ni su familia, afincados ahora Brasilia, se encontraban en la casa.

Hasta entonces, varios miles de personas habían marchado pacíficamente por la capital económica del país para protestar contra los proyectos de reforma del sistema de jubilaciones y de flexibilización de los contratos de trabajo.

Ambas iniciativas están en votación en el Congreso como parte del programa del gobierno para enderezar las cuentas públicas y sacar a Brasil de la peor recesión de su historia. Según datos oficiales publicados este viernes, el desempleo en la mayor economía latinoamericana alcanzó un nuevo nivel récord de 13,7%, con 14,2 millones de personas en busca de trabajo.

En Sao Paulo, motor económico y distrito más poblado del país, se produjeron desde la mañana varios enfrentamientos entre manifestantes que obstruían arterias de la ciudad y la policía, generando congestionamientos en el tránsito.

Después del mediodía, los trenes y el metro comenzaron a funcionar parcialmente, aunque los autobuses seguían paralizados. En los aeropuertos se registraron varios retrasos y cancelaciones, mientras la actividad en los normalmente bulliciosos comercios de la ciudad era más baja de lo normal.

“Ya no podemos quedarnos callados, con un gobierno que no es legítimo, que no fue elegido, que promueve una desarticulación de los derechos de los trabajadores y del pueblo brasileño”, dijo Ricardo Jacques, un empleado bancario de Sao Paulo.

Por: AFP