Crisis de pitcheo otorga premio inmerecido para lanzador de Miami

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(Miaminews24).- Adam Conley no logró solucionar ninguno de sus problemas en las Menores. Si el zurdo sube al montículo este martes contra los Filis es resultado de una medida de desesperación más que por una muestra de progreso. Ha sido un desastre en el 2017, pero no tanto como la rotación de los Marlins.

Cuando el 8 de mayo fue enviado a Triple A, el lanzador que tanta promesa mostrara en la temporada previa era un manojo de dificultades con balance de 2-3 y una efectividad que se elevaba a 7.53, sin que el equipo pudiera explicarse por qué había retrocedido tanto en tan pocos meses.

«Necesitamos ver que ha establecido su recta y que puede ser el mismo del pasado», afirmó el manager Don Mattingly. «Su velocidad había descendido algo. Si vuelve a lanzar su recta en 91 o 92 millas, con sus ángulos de salida, puede hacer el trabajo que esperamos de él».

Su estancia primaveral no aventuraba nada bueno. Su mecánica parecía desordenada, su control inexistente y su concentración andaba en cualquier parte menos en un terreno de béisbol. Solo en la última hora del último día del spring training los peces anunciaron que se quedaba con el equipo grande.

Había todavía esperanzas. Después de todo la primavera es para afinar y corregir. Conley amasaba cierto capital deportivo del 2016 y se pensaba que el fragor de la nueva contienda enderezaría su rumbo, confirmando el avance y un posible protagonismo desde la tragedia de José Fernández.

Cinco semanas después del Día Inaugural, Conley hacía sua maletas rumbo a Nueva Orleans. Los números -marca de 3-3 con promedio de carreras limpias de 5.49 en 12 aperturas- en la granja tampoco le favorecen y apenas indican la existencia de progreso alguno.

Pero aquí está por necesidad, porque no existe otro con credenciales suficientes y los Marlins enfrentan necesidades abrumadoras en el pitcheo de primera línea. Conley no se ha ganado la promoción. Las circunstancias se la están regalando.

«Ha sido [con Conley] un ir hacia delante y hacia atrás», reconoció Mattingly. «Su última apertura fue buena. Sentimos que es el que mejor está lanzando [en las Menores]. Ya ha estado aquí. Le estamos dando otra oportunidad para mostrarnos lo que puede hacer».

▪ Marcell Ozuna es el segundo pelotero -por detrás de Cliff Floyd- en la historia de los Marlins que termina la primera mitad de la temporada con promedio por encima de .300, con más de 20 jonrones y 70 o más remolcadas, de ahí que sea blanco de los rumores de cambio.

«No me preocupo por los comentarios ni lo que se dice por ahí», reveló el dominicano. «Solo trato de hacer mi trabajo lo mejor posible e irme a la casa par disfrutar de mis hijos. Lo demás no me molesta».

▪ Miguel Rojas está virtualmente listo para reunirse con el equipo grande, pero los Marlins no lo traerán de vuelta hasta que termine esta serie contra Filadelfia y el club se lance a la nueva gira el jueves.

Con información de NH.