Gobernador Scott presenta su último presupuesto

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(Miaminews24).- Rick Scott, el gobernador y muy probable candidato republicano al Senado federal, ha tenido sus más grandes debates y costos políticos en ese tema. En 2015, el congreso tuvo que programar sesiones extraordinarias porque cámara y senado no llegaron a un acuerdo en relación con los gastos e inversiones del Estado.

Uno de los puntos más conflictivos fue el de la expansión del Medicaid, tema en el que el gobernador fue ambivalente y al final decidió alinearse con quienes consideraron que aceptar dicha expansión era darles ventajas a los demócratas y endeudar al Estado bajo la promesa de unos fondos federal limitados.

Los opositores de Scott lo acusan, precisamente, de haber dejado por fuera de cualquier atención médica a más de un millón de floridanos de bajos recursos.

Al quedar por fuera del Medicaid tampoco pudieron ser acogidos por los beneficios del llamado ObamaCare.

En la legislatura pasada la gran confrontación estuvo en el tema de la educación pública, su aparente debilitamiento a favor de los llamados “charter schools” (escuelas por concesión), y en dos agencias que, según el gobernador, eran motores de empleo e inversión, y de acuerdo con el presidente de la Cámara ( Richard Corcoran), dos centros de ineficiencia, corrupción y despilfarro: Visit Florida y Enterprise Florida.

Campaña política

Dentro de su propio partido Scott no tendrá contendientes de importancia dentro de la primaria republicana. Su objetivo será desbancar al tres veces senador por el partido demócrata, Bill Nelson, quien aspira a una cuarta reelección.

En ese contexto se da la propuesta de presupuesto del gobernador, que será discutida y aprobada, o no, en la próxima sesión legislativa.

Scott ganó su primera elección en 2010 con una agenda de recortes de impuestos y del gasto, además de un discurso antiinmigrante inspirado por el Tea Party, movimiento dentro del partido republicano que lo apoyó.

Por ese entonces, Florida era el epicentro de la crisis hipotecaria y de la llamada Gran Recesión. Scott en 2011 tuvo un presupuesto de 65.000 millones de dólares, en medio de un desempleo de dos dígitos, un desplome en el valor de las propiedades y, por lo tanto, en los ingresos del Estado.

Esta vez cerca de un 40% del presupuesto proviene, precisamente, de ingresos del Estado, es decir, 32.200 millones de dólares, según cifras oficiales. Hace siete años había un hueco financiero de 4.000 millones de dólares. En 2017, la administración de Scott anunció que hay unas reservas de 5.000 millones de dólares.

Scott lanzó su propuesta financiera en Jacksonville, en una empresa de distribución de herramientas de alta tecnología.

Es considerado el presupuesto (2018-2019) más grande presentado a la consideración de los legisladores en la historia de la Florida: 87.400 millones de dólares, 2.500 millones más de lo aprobado el año anterior.

Allá se refirió a que en el nuevo presupuesto (llamado “Para asegurar el futuro de la Florida”) habrá un recorte de impuestos de 180 millones de dólares. Aseguro que durante sus siete años de gobierno ha sacado adelante 75 reducciones de impuestos las cuales, según él, “les ahorraron a las familias de Florida 7.500 millones de dólares”.

A pesar de los debates pasados, la nueva propuesta de presupuesto busca un total de 143 millones de dólares de incentivos para la empresa privada y para el turismo. Es cifra se desglosa de la siguiente manera: 100 millones de dólares para Visit Florida, 19.5 millones de dólares para Space Florida y 23.7 millones de dólares para Enterprise Florida.

Otras áreas

Para el Departamento de Transporte se buscan destinar 10.100 millones de dólares. Hay 1.000 millones para expansión del sistema de transporte y una cantidad igual para el mantenimiento y operación del mismo. Se destinan 568 millones de dólares para el mejoramiento de planes de transporte.

Dentro del área de educación, el gobernador propone un presupuesto de 21.410 millones de dólares para la educación básica (K-12), es decir, 7.497 dólares por alumno, y para el sistema de universidades públicas del Estado, 4.260 millones de dólares. También propone 1.100 millones de dólares para educación temprana.

Llama la atención que se dedique igual cantidad de dinero – 50 millones de dólares- tanto al mantenimiento de las escuelas públicas como las chárter. Y que haya un millón de dólares para garantizar la seguridad de instituciones educativas judías. Ya la ACLU (la Unión Americana de Libertades Civiles) y otros grupos religiosos rechazaron esa propuesta al considerarla discriminatoria e inconstitucional.

Para el medio ambiente, habría una partida de 3.800 millones de dólares, para garantizar el suministro de agua potable, cuidado de todas las fuentes de agua, de los Everglades y el Lago Okeechobee.

Dedicará 50 millones a la reparación del importante dique Herbert Hoover.

La Florida, como casi el resto del país, también está en la lucha contra la adicción de los opiáceos. En este frente, la administración de Scott propone 53 millones de dólares, sumados a una partida de 27 millones de dólares de fondos federales. Y en este mismo rubro, destina 1.000 millones de dólares en salud mental y abuso de sustancias adictivas.

Para el tema de la preparación y manejo de desastres naturales (y aún con las consecuencias del huracán Irma) el gobernador plantea un presupuesto de 1.400 millones de dólares destinados a la asistencia financiera de los damnificados, programas de trabajo con la comunidad y de asistencia para mitigar los daños producidos por una tragedia natural.

Fuente: Diario las Américas