Hospital de Miami enfrentado a dilema ético gracias a un tatuaje

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(Miaminews24).- Por su naturaleza, el tatuaje implica vehemente oposición a la reanimación, pues el grabado es inseparable del cuerpo, a diferencia de la orden de no reanimación (DNR) en papel que se exige en estos casos.

Si alguien está convencido de que no quiere que lo reanimen en una emergencia médica, tatuarse “no me resuciten” pudiera parecer una buena idea.

Paradójicamente, un tatuaje así pudiera exacerbar la incertidumbre que abruma al personal de emergencia en momentos de vida o muerte

De hecho, sucedió así en el Hospital Jackson Memorial de Miami a principios de este año, cuando un paciente diabético de 70 años ingresó inconsciente.

Con un nivel elevado de alcohol en la sangre y de inmediato suscitó un dilema ético en la práctica clínica.

Un estudio científico publicado el jueves en la revista New England Journal of Medicine describe el conflicto moral que se presentó en el Jackson en ese caso.

Los médicos de emergencia no esperaban a un paciente moribundo, sin familia ni identificación personal, con una orden bien clara tatuada a lo largo de su pectoral: “No me resuciten”.

Para más, el “no” estaba subrayado y el tatuaje tenía firma

Esto puso en duda los principios éticos y humanistas en la formación médica del equipo. ¿Era un reflejo verdadero de lo que el paciente quería? ¿Tenía validez legal? ¿Debían acatar esa voluntad?

Fuente: El Nuevo Herald

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