(Miaminews24).- Cuando alguien informó anónimamente que empleados del Departamento de Construcción de Miami Beach pudieran estar recibiendo indebidamente servicios gratis o con descuentos en lugares turísticos, investigadores anticorrupción visitaron en su casa a Mariano Fernández.
Pero el funcionario no sabía que uno de los detectives lo estaba grabando en secreto.
Fernández, sentado a la mesa de su cocina la noche del 17 de febrero de 2017, alegó que alguien en la cadena española de hoteles RIU le ofreció a él y a sus empleados estancias gratis en cualquiera de sus propiedades. «Yo le dije que lo sentía, que no podía aceptar eso», dijo Fernández. «¿Quiere que me despidan? Eso es inaceptable para mí».
Fernández insistió en que nadie —incluido el mismo— recibía nada gratis, según el video dado a conocer por los fiscales la semana pasada como parte del caso penal por corrupción contra Fernández.
Pero los detectives se enteraron después, como parte de una gran cantidad de correos electrónicos internos, que Fernández sí había pedido y aceptado alojamiento gratis, un total de 10 noches en propiedades de la cadena RIU en Miami, México y República Dominicana, según los fiscales.
Las autoridades arrestaron a Fernández, acusándolo de compensación ilegal y confabulación. La Fiscalía Estatal también acusó a Luis Riu Guell Jr., el propietario del RIU en cuestión, así como de la compañía misma, además del vicepresidente regional, Alejandro Sánchez del Arco.
Todos se han declarado inocentes y están esperando juicio.
El viernes no fue posible contactar al abogado defensor de Fernández, pero siempre ha insistido en que los viajes no fueron ilegales.
“Mi cliente nunca ha eludido sus responsabilidades en el gobierno municipal”, dijo el abogado Jeffrey Weiner en febrero. “Insistió en cumplir cabalmente todas las normas de la ciudad de Miami Beach”.
En su condición de jefe del Departamento de Construcción de Miami Beach, Fernández tenía un gran poder sobre las inspecciones y permisos de proyectos de construcción y renovación, funciones cruciales que determinan el cronograma de esos proyectos de envergadura. Entre octubre del 2013 y junio del 2016, RIU necesitaba permisos para una importante renovación de su hotel en South Beach.
Los fiscales creen que Fernández pedía regularmente habitaciones gratis o con descuentos para él y sus empleados, e incluso ayudó a organizar retiros del departamento con tarifas de gran descuento. En total, por lo menos cinco empleados de Fernández recibieron estancias gratis a través del funcionario, y docenas más recibieron tarifas con descuento, por un total equivalente a más de 200 noches de hotel.
Uno de esos retiros del Departamento de Construcción fue en septiembre del 2015 en el RIU Palace Bávaro All-Inclusive Resort en Punta Cana. Allí, Fernández y su esposa recibieron una suite gratis, y una botella Johnny Walker Black Scotch en la habitación por su cumpleaños, además de una noche especial en el club nocturno Coco-Bongo.
Al principio en la investigación en el 2017, la Fuerza Especial Anticorrupción de la Fiscalía Estatal despachó a dos investigadores, Bob Fielder y Ricardo Arias, para entrevistar a Fernández en su casa. Su esposa, la jueza de Miami-Dade, María Ortiz, no estaba allí en ese momento.
Los tres hablaron animadamente de asuntos menores y Fernández les mostró una pared llena de cabeza de animales y trofeos de sus viajes de caza. Mientras Fielder grababa en secreto, los investigadores explicaron que querían aclarar algunas alegaciones de que empleados del Departamento de Construcción habían recibido viajes gratis o regalos.
Fernández, conversador y casual, explicó que RIU había sido soprendido haciendo grandes renovaciones sin los permisos adecuados. Juró que rechazó los viajes gratis, pero reconoció que aceptó estancias con descuento y describió el viaje al todo incluido en Punta Cana.
«¿Qué tal estuvo la comida?», le preguntó Arias.
«La comida estuvo excelente. Había comida 24 horas», dijo Fernández. «Mi gente comía como locos».
Más adelante, Field le preguntó: «Entonces, ¿nadie recibió regalos, regalos ni pagos?»
«No», dijo Fernández, quien agregó: «Yo pagué todo lo mío».
Los detectives pronto encontrarían los correos electrónicos que contradecían la versión de Fernández.
En un correo enviado durante el viaje a Punta Cana, un ejecutivo de RIU señaló a otro que Fernández y su esposa estaban «encantados» de cenar en la sección VIP del Coco-Bongo. «A propósito, ha dicho que no está pagando su habitación», escribió el ejecutivo en un correo citado en una orden de arresto.
En un correo el año siguiente, Fernández no tuvo reparos en pedir directamente dos habitaciones en el hotel RIu de Playa del Carmen, México. «Dos adultos y tres niños», escribió.
Según la orden de arresto, Fernández usó su cuenta de correo electrónico del gobierno municipal.
Con información de ENH.
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