Joven que iba colgada de la ventanilla de un auto salió disparada y murió atropellada

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Todo comenzó como un viaje lleno de diversión, con cuatro amigas que habían viajado a Miami Beach para celebrar el cumpleaños de una de ellas.

Las cuatro jóvenes nadaron en el agua y la pasaron de maravilla en clubes de South Beach. Después de tres días de alegría y risas en las vacaciones estudiantiles de primavera, llegó la hora de regresar a casa.

El Hyundai que habían alquilado se dirigía al oeste por la carretera estatal 112, cerca de Okeechobee Road, con rumbo al Aeropuerto Internacional de Miami. Eran las 4:43 a.m. del domingo y había pocos automóviles en la autopista.

Mariah Michelle Logan, de 23 años, que viajaba en el asiento trasero del pasajero, “iba colgada” de la ventanilla del auto. En un momento, gritó: “Adiós, Miami”, mientras el perfil de la ciudad desaparecía en la distancia. La vida era un carnaval.

Entonces, de repente, sin que nadie se diera cuenta, salió disparada del vehículo y cayó al asfalto. La conductora había cambiado de senda, y había pasado de la senda de la derecha a la del centro. Logan murió atropellada por un chofer que se dio a la fuga.

Según el reporte del accidente, Logan cayó del sedán Hyundai Accent del 2019, en la carretera que conecta Miami Beach con el aeropuerto. “Amaba la vida. Solo estaba bromeando”, le dijo su novio, Ray Olden, al Miami Herald el lunes.

Olden dijo que las amigas de Logan le contaron que, sonriendo, la joven dijo “Adiós, Miami” en el momento que cayó del auto. Temprano, ese mismo día, las mujeres fueron a la playa, comieron y visitaron un club. Olden dijo que lo llamaron “minutos después de haber pasado el accidente, y me dijeron que mi bebé se había muerto. Empecé a gritar y ellas lloraban y me dijeron que tenían que llamar a su hermana y que sentían mucho lo que acababa de suceder”, dijo Olden said.

De acuerdo con la Patrulla de Carreteras de la Florida (FHP), un conductor de un Range Rover —un hombre cuya identidad se desconoce— circulaba detrás del Hyundai cuando Logan cayó. El todoterreno le pasó por encima dos veces, dijo la FHP. La policía señaló que el chofer del Range Rover se detuvo brevemente, y luego huyó del lugar del accidente sin dar ningún tipo de información.

El caso se está investigando como un homicidio. Las autoridades están estudiando el caso, ya que se desconoce si el alcohol tuvo algo que ver con la tragedia. Investigadores de la FHP han hablado con algunos testigos, pero dijeron que las cámaras de vigilancia instaladas en la autopista no servirán de mucho.

Las cámaras de vigilancia que controla el Departamento de Transporte de la Florida reportan la información del tráfico en tiempo real, no graban imágenes para ser vistas posteriormente. “Este caso va a resultar muy difícil para los investigadores”, dijo Alejandro Camacho, portavoz de la FHP. “Solo transmiten en vivo. Hay demasiada información para grabar”.

Los detalles sobre lo que los testigos dijeron haber visto “no estarán disponibles por lo menos en 90 días” mientras dure la investigación, agregó Camacho. La FHP no quiso decir si, aparte de las tres mujeres que viajaban con Logan en el Hyundai, hay otros.

Las amigas que iban con Logan en el auto son Trina Frazier, de 24 años; Aaliyah Frazier, de 23 años, y Kenyatta Burch, de 23 años. “Todavía estoy sufriendo”, dijo Burch, amiga de Logan desde hace 12 años. “Perdí a mi mejor amiga, a mi hermana. Los lazos de sangre no habrían podido hacernos más cercanas”. Las otras dos mujeres no quisieron hacer comentarios.

Olden dijo que las mujeres, que celebraron el cumpleaños de Burch, “la pasaron muy bien” en la playa, restaurantes y clubs. Alquilaron motocicletas acuáticas, se hospedaron en un hotel en Miami Beach y arrendaron un automóvil.

“Están devastadas, como lo estoy yo. En el aire no hay más que silencio. Aún no es verdad lo que ocurrió”, dijo Olden. Luego añadió que hacía un año que tenía relaciones con Logan, y ya habían hablado de planes de casarse. Pensaban hacer un viaje de crucero en agosto. Logan trabajaba como técnica de salud mental en un a organización sin fines de lucro en Waukegan, Illinois, un suburbio de Chicago.

Su familia y amigos dijeron que están tratando de recaudar dinero para “enviar sus restos a Chicago”. “En medio de todo este dolor, ahora estamos tratando de ver de qué forma la traemos a casa.

Los trámites son caros. Es una verdadera pesadilla”, dijo Burch. Después de la tragedia y la investigación, las tres amigas se dirigieron al aeropuerto. Tomaron un avión. Y volvieron a casa.

Fuente: El Nuevo Herald