Mint Dispensary, el restaurante donde se puede comprar comida con ¡cannabis!

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Mint Dispensary, es un lugar único en Arizona donde se pueden comprar hasta alitas de pollo aderezadas con THC. Su dueño, Raúl Molina, un mexicano de 46 años asentado desde los ocho en Estados Unidos, aseguró que el cannabis es el “negocio del futuro”.

El negocio, abierto en 2018, fue el primer restaurante del mundo en ofrecer platos hechos con la planta de la marihuana como uno de sus ingredientes. Los clientes, pueden comprar desde pizza, hamburguesa, macarrones, infusiones, camisetas y recuerdos de la sativa.

Molina se precia sobre todo del restaurante de comida para llevar Mint Cafe, pero en este emporio de la planta de la marihuana, ubicado en Guadalupe, un barrio latino de Tempe, y frecuentado cada día por aproximadamente un millar de personas, hay de todo.

Una inmensa vitrina de pared a pared exhibe los cerca de 10.000 productos que se ofrecen en el negocio, desde infusiones hasta camisetas y recuerdos con el cáñamo (cannabis sativa) como motivo.

“Nosotros fuimos los primeros en abrir a nivel mundial, hace poco supe que acaban de abrir un restaurante similar en Europa”, comenta con orgullo Molina, quien nació en Ciudad Juárez.

El empresario, que antes se dedicaba al negocio de la venta de automóviles, está por abrir otros dispensarios y restaurantes similares en Massachusetts, Michigan, Nuevo México, California, Misuri, Florida y Nueva Jersey. “Vamos a ver que logramos de acuerdo a las leyes de cada estado”, dice a Efe Molina.

Para poder ingresar a Mint Dispensary es necesario presentar una tarjeta médica vigente, pues el restaurante como su nombre indica está dentro de un dispensario de marihuana de uso medicinal.

Una gran pantalla iluminada describe la historia del cannabis desde el tiempo de las dinastías asiáticas hasta nuestros días.

“Hacemos cosas diferente en comparación con otros dispensarios, tratamos de crear una experiencia, un lugar donde pueden encontrar cosas qué ver, tenemos diferentes productos, la cocina está en un área abierta, hay una zona dónde educamos y otras donde la gente observa cómo procesamos productos de alta calidad”, explicó.

Los clientes pueden ver tras un enorme ventanal las plantas de marihuana que se cultivan dentro del local con luz artificial y que producen 80 libras (36,3 kilos) cada dos semanas.

Ese volumen abastece solo una pequeña parte del consumo diario de la clientela. “Esto no nos da abasto y eso que tenemos otros cinco cuartos atrás, así que tenemos que comprar cientos de libras más al mes para poder surtir a los clientes en las dos tiendas del estado (Molina tiene otro dispensario en Arizona)”.

“Un buen viernes atendemos hasta 1.500 personas y el día récord recibimos 2.700 compradores”, comenta. En otra área se puede observar a un empleado elaborando meticulosamente cigarros puros con cannabis que se venden a 300 dólares.

La cocina está a la vista y el visitante puede ver a los chefs con sus delantales preparando desde elaborados postres hasta alitas de pollo aderezadas con THC (tetrahidrocannabinol), el componente psicoactivo del cannabis.

“El 9 % de la ventas viene del restaurante, lo que se vende más son las hamburguesas y la pizza nada más empieza la temporada de fútbol americano, pero también hicimos comida mexicana el 5 de mayo”, recordó.

Fuente: La patilla.