Miami rindió homenaje a las víctimas de las masacres de Texas y Ohio

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Líderes políticos y activistas comunitarios del sur de la Florida se reunieron la noche de este martes frente a la icónica Torre de la Libertad, en el downtown de Miami, para tributar un homenaje a las víctimas de las masacres ocurridas el fin de semana pasado en los estados de Texas y Ohio, que dejaron un saldo de 31 muertos.

Durante su enérgica intervención, el senador por la Florida José Javier Rodríguez afirmó que “ya es hora de parar el uso de estas armas de guerra” y cuestionó que en Estados Unidos “es muy fácil” obtener armamento para causar daño a “personas inocentes”.

Agregó que “hoy estamos leyendo los nombres de los fallecidos y estamos muy tristes, pero también tenemos mucha rabia porque llevamos más de 20 años en esta lucha y no hay soluciones concretas”.

La lectura del listado de las víctimas fatales de los hechos acaecidos en las localidades de El Paso y Dayton causó llanto entre algunos de los asistentes. La comisionada de Miami-Dade Eileen Higgins y la senadora floridana Annette Taddeo se mostraron muy conmovidas.

El senador floridano José Javier Rodríguez.
El senador floridano José Javier Rodríguez

La primera matanza se registró en un centro comercial en El Paso, Texas, donde 22 personas murieron y 26 resultaron heridas en un ataque que es investigado como “atentado terrorista doméstico”. El presunto culpable, Patrick Crusius, de 21 años, está bajo custodia y los fiscales federales buscarán la pena de muerte.

El segundo atentado tuvo lugar la madrugada del domingo en Dayton, Ohio, en una zona de bares en la que siete personas murieron y 27 resultaron heridas. El perpetrador, identificado como Connor Betts, murió a manos de la Policía tras un enfrentamiento armado.

La comisionada condal Eileen Higgins (izq.) y la senadora estatal Annette Taddeo lloran mientras escuchan la lista de muertos en las matanzas de Texas y Ohio.
La comisionada condal Eileen Higgins (izq.) y la senadora estatal Annette Taddeo lloran mientras escuchan la lista de muertos en las matanzas de Texas y Ohio.

Por su parte, la también senadora estatal Annette Taddeo dijo durante la concentración en la Capital del Sol que “ya basta” y llamó a “decir no más” frente a “leyes que permiten que la gente pueda conseguir armas de guerra, que solo pertenecen a la guerra”.

“Otra vez estamos diciendo ya basta, y no vamos a parar hasta que esto pare”, recalcó la legisladora de origen colombiano, quien dijo que precisamente salió de su país por casusa del terrorismo y —advirtió— “yo no quiero para mi hija el terrorismo que hoy estamos viendo aquí”.

Así como Rodríguez y Taddeo, otros representantes del Partido Demócrata han llamado a tomar medidas “más estrictas” para el control de armas, mientras que otros observan “conexiones” con un “resurgimiento del nacionalismo blanco y la política xenófoba en el país”.

En la manifestación participaron representantes de organizaciones como Mom’s Demand Action, New Florida Majority, el Comité Democrático Hispano de Miami-Dade, el Comité Progresista Miami-Dade, Alianza para el Progreso, Jóvenes Progresistas de América, el Club Democrático Puertorriqueño, el Comité Ejecutivo Demócrata y la Coalición de Inmigrantes de Florida, entre otras.

También asistieron la comisionada condal Eileen Higgins y el comisionado de Miami Ken Russell, quienes condenaron las masacres y la falta de control a la compra de armas de largo alcance.

Asimismo, Adriana Rivera, directora de comunicaciones de Alianza para el Progreso, señaló que “Miami es una ciudad de mayoría latina, que podría atacar cualquier terrorista”, por lo que urgió que el pueblo “elija políticos para legislar para el pueblo y no para la Asociación Nacional del Rifle”.

Adriana Rivera, representante de la organización Alianza por el Progreso.
Adriana Rivera, representante de la organización Alianza por el Progreso.

Entretanto, Carlos Calzadilla, presidente de Jóvenes Progresistas de América, aseveró que tras la masacre en El Paso, la comunidad latina sufrió el “mayor ataque terrorista en la historia moderna de Estados Unidos”.

Calzadilla estableció vínculos entre los discursos del presidente Trump dirigidos a la comunidad inmigrante y los recientes ataques. “Es hora de que nos unamos y tomemos medidas contra el mal de la supremacía blanca y la violencia armada que amenaza nuestra existencia”, puntualizó.

El lunes, el presidente Trump hizo un llamado para que Estados Unidos condene “el racismo, la intolerancia y el supremacismo blanco” y argumentó que “las enfermedades mentales y el odio aprietan el gatillo, no las armas”.

Fuente: Diario las Américas