fracasó proyecto ley que podría perjudicar la visa de trabajo para los hispanos

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Un proyecto de ley que detiene la emisión de visas de trabajo para personas de cualquier país que no sean de India y China regresa al pleno del Senado la próxima semana.

Si se aprueba, expertos en política de inmigración estiman que durante los próximos 10 años, los indios, así como un pequeño número de chinos, pudieran ser los únicos extranjeros en obtener la residencia permanente por razones en trabajo, algo que afectaría significativamente a empresas norteamericanas que buscan a otros extranjeros con talento específico.

El jueves, el senador Mike Lee, republicano por Utah, intentó que se aprobara la ley a viva voz en el pleno del Senado. Este procedimiento tiene por fin aprobar una iniciativa de ley lo más rápido posible. Pero fracasa si solo un senador se opone a la votación a viva voz.

Y resulta que solo un senador presente se opuso a la solicitud de Lee, el republicano por Georgia David Perdue, de manera que el esfuerzo fracasó, al menos por el momento. No está claro si los senadores floridanos Marco Rubio y Rick Scott apoyan o se oponen a la iniciativa.

El despacho de Scott indicó al Miami Herald en un correo electrónico que el senador estaba revisando la propuesta: “La Florida es un estado de inmigrantes y valoramos nuestra diversidad. Pero también tenemos que arreglar nuestro sistema de inmigración de manera lógica”. La oficina de Rubio no respondió de inmediato el jueves a varios correos electrónicos. El proyecto de ley que se aprobó en la Cámara en una votación de 365 a 65 el 10 de julio, debe debatirse de nuevo la próxima semana.

“Yo apoyo este proyecto de ley, pero hay algunas cosas que aclarar en la redacción y todavía tenemos algunas preocupaciones sobre las consecuencias que pudiera tener sobre sectores específicos”, dijo Perdue en el pleno del Senado. “Yo quiero trabajar con el senador Lee en abordar estas preocupaciones para llegar a una solución lo más rápido posible. Queremos exactamente lo mismo. Esto encaja perfectamente con lo que el presidente Trump está tratando de hacer para buscar soluciones a largo plazo para nuestro sistema de inmigración. Por eso, me opongo”.

La propuesta afectaría la capacidad de las empresas floridanas de competir en la economía global y eliminaría las aspiraciones de otros inmigrantes para obtener la residencia por razones de trabajo. Abogados de inmigración afirman que las empresas de la Florida han buscado empleados latinoamericanos y europeos para impulsar su fuerza de trabajo.

“Empresas de estados con sectores tecnológicos fuertes, como California y Utah, tradicionalmente usan más empleados indios porque tienen más experiencia y conocimientos técnicos”, dijo Tammy Fox-Isicoff, miembro de la junta directiva de la Asociación de Abogados de Inmigración de Estados Unidos.

Y agregó: “En la Florida tenemos muchos ingenieros de aviación, trabajadores en la industria de la hotelería y turismo, así como empleados que trabajan en la importación y exportación de artículos de lujo. Los extranjeros que quieren trabajar en nuestra economía por lo general vienen de América Latina y Europa. Miami es un centro internacional y por eso las empresas buscan empleados de América Latina”.

Todos los años se otorga la residencia permanente a 140,000 trabajadores extranjeros en Estados Unidos por razones de trabajo. Según la ley en vigor, a cualquier país le corresponde un máximo de 7% de esa cantidad, que equivale a 9,800 tarjetas verdes.

Durante decenios, India ha sido el país con más solicitantes de visa de trabajo, seguida por China y Filipinas, según el Departamento de Estado. Debido a que la cantidad de indios que solicitan este tipo de visa es tan grande, la espera puede llegar a 50 años, según el Instituto Cato, una organización de investigaciones sin fines de lucro con sede en Washington DC.

Mientras tanto, el mismo proceso para solicitudes de otros países, como Venezuela, Colombia, Francia o cualquier otro lugar, es mucho más corto porque muchas menos personas tratan de emigrar a Estados Unidos a través de una visa de trabajo.

La propuesta eliminaría la cuota de 7% por país e implementaría un proceso por orden de llegada, sin una cuota máxima de tarjetas verdes asignadas a cada país. Los nacionales de todos los países solicitarían la residencia por razones de trabajo sobre la base de la oferta anual de 140,000 tarjetas verdes.

Pero como la demanda de empleados indios es tan elevada, expertos en políticas de inmigración estiman que al atraso en la espera de estas personas para recibir su residencia podría demorar entre siete y 10 años, según la National Foundation for American Policy, un grupo de investigación público sin fines de lucro con sede en Arlington.

Si la propuesta se aprueba, los nuevos solicitantes tendrían que ponerse en fila detrás de las decenas de miles de indios que ya están en la cola. Según el Instituto Cato, hay unos 370,000 nacionales indios, sin incluir sus cónyuges e hijos, en fila para recibir la residencia por razones de trabajo.

“Es una solución barata, no la solución adecuada. Este atraso es terrible, pero debe solucionarse aumentando las cuotas o exceptuar a las personas que se consideren especiales por razones de interés nacional, no destruyendo el proceso de inmigración para el resto del mundo”, dijo Fox-Isicoff, quien señaló que el proyecto de ley mata las esperanza de los beneficiarios de los programas DACA y TPS para obtener la residencia por razones de empleo.

“Si esto se aprueba, nadie en la Florida, excepto los indios, tendrían acceso a la residencia por razones de empleo durante el próximo decenio o más. Esto sería muy negativo para la Florida porque en lo fundamental eliminaría toda la inmigración por razones de trabajo a Estados Unidos”, dijo Fox-Isicoff.

En julio, el Consejo de la Industria de la Tecnología Informática, una organización que representa a las principales empresas tecnológicas del país, envió una carta a la Cámara de Representantes en apoyo al proyecto de ley.

La iniciativa “elimina los límites arbitrarios por país a las visas de inmigrante por razones de trabajo”, expresa la carta. “El sistema de inmigración en vigor dicta que los ciudadanos de un solo país no pueden representar más de 7% del total de visas por razones de trabajo”.

La carta agrega que las compañías que integran el consejo “están muy al tanto de que vivimos en unos tiempos en que el talento no conoce fronteras. Impedir que un empleado cualificado emplee sus destrezas en Estados Unidos por un límite arbitrario por su país de origen es contraproducente y no tiene sentido en el panorama económico actual”.

Cortesía de El Nuevo Herald