¿Qué es mejor? Correr lento 20 minutos o andar rápido 40 minutos

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Son cada vez más las personas que se apuntan a la fiebre del running porque es la práctica deportiva más beneficiosa de mantenerse en buena forma tanto física como mentalmente. Pero, si tus piernas no te lo permiten, el caminar es otra buena opción que puedes incorporar en tu entrenamiento, y si es rápido mucho mejor. Y así lo ha afirmado la Universidad de Harvard (Estados Unidos), que ha determinado que es uno de los mejores ejercicios para nuestra salud.

Tal y como también afirma el Dr. Carlos González de Vega San Román, especialista en Medicina Deportiva en la Clínica MEDYR y miembro de TopDoctors: “Es una actividad natural, saludable y que se puede realizar prácticamente a cualquier edad. Cuanto mayor es la intensidad del ejercicio, el consumo energético, el gasto de oxígeno y por tanto el consumo calórico es mayor, contribuyendo a mantener nuestro peso, a mejorar la condición física y por tanto la salud en general”.

Múltiples beneficios

El hecho de caminar rápido no es lo mismo que correr, esos obvio, al igual que los beneficios que ambos deportes aportan a nuestra salud. En lo que respecta a la primera opción, según nos cuenta Mauro Carné, coordinador de actividad física en Metropolitan Galileo de Barcelona: “disminuye el riesgo de sufrir hipertensión, reduce los valores de presión arterial. También ayuda a reducir el colesterol, previene la aparición de diabetes puesto que al caminar el organismo procesa el azúcar más rápido. Así como también mejora la circulación y la tonificación de piernas, abdominales y glúteos. Además, contribuye a bajar de peso, especialmente si se le dedican entre 45 minutos y una hora diarios”.

Por lo que, según tiene estipulado la Organización Mundial de la Salud (OMS), superando este tiempo cumpliremos holgadamente el tiempo que recomienda de realizar al menos 150 minutos de ejercicio físico a la semana, lo que equivale a 30 minutos diarios.

Si estás lesionado, camina

Por todos es sabido que correr provoca fuertes y más cantidad de impactos sobre nuestras articulaciones, mientras que caminar rápido hace que nuestras piernas no sufran tanto debido al menor impacto que recibe en comparación con el running, por lo que es una buena opción para introducir en la rutina de corredores lesionados.

“Ambos son ejercicios de impacto, pero andar es un ejercicio de muy bajo impacto y por el contrario correr no. Desde la lógica de la salud, caminar parece claramente mejor que correr, pero como bien decimos, en absoluto son excluyentes sino complementarios. Quien no tenga una limitación física importante puede compatibilizar ambas actividades sin problema”, afirma el Dr. Carlos González de Vega San Román, especialista en Medicina Deportiva.

Tal es así, que es una manera de mantener en forma la salud de nuestro pies porque no llegan a sufrir esos fuertes impactos que se producen a la hora de correr. «Es razonable pensar que es claramente menos lesivo. De hecho, recomendamos en muchas ocasiones substituir o al menos alternar la carrera con caminar», cuenta el doctor deportivo González de Vega San Román.

En cambio, el coordinador deportivo advierte que «caminar rápido también puede llegar a lesionarte y casi siempre se deben a una mala postura o a malos patrones al caminar. Una mala postura puede determinar la zancada que se dé, también la espalda y la posición de brazos y cabeza puede llevar a sobrecargar ciertas zonas».

Por lo tanto, da igual si te decantar por salir a correr lentamente 40 minutos o a caminar rápido 20 minutos, lo más importante es tener en nuestra rutina diaria una activa actividad física para evitar el sedentarismo así como también mejorar nuestra salud.

La rutina para empezar a caminar rápido

  • La rutina sería empezar por tres días por semana en los que se combinaran diferentes ritmos hasta conseguir aguantar todo el recorrido al máximo ritmo caminando.
  • Por ejemplo, empezar la primera semana combinando dos ritmos, el normal de cuando se camina por la calle (durante 5 min.) con uno más rápido, como si fuéramos con prisa (durante 15 min.)
  • A la siguiente semana introducir una tercera velocidad, ya más enérgica, en la que notemos cómo suben las pulsaciones, ir reduciendo los minutos de ritmo normal, e ir gradualmente incrementando los de más velocidad.

Fuente: runnersworld.com