Ahora el «Slime» tiene su propio museo temporal en Nueva York

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Slime, la sensación elástica y pegajosa que ha engendrado sus propios influencers en redes sociales y conquistado a admiradores de todas las edades, tiene ahora un museo temporal en Nueva York.

El espacio interactivo de 750 metros cuadrados (8.000 pies cuadrados) abre el viernes para una celebración de unos seis meses con un lago pegajoso para caminar descalzos y un bar de “hágalo usted mismo”. Los visitantes también podrán ponerse gafas protectoras y un poncho y bañarse en la sustancia, que tiene muchos seguidores pero un impacto cuestionable sobre el medio ambiente.

El museo creado por Karen Robinovitz, Sara Schiller y Toni Ko, el Sloomoo Institute, es el más reciente de los pop-ups que llegan a Nueva York, después de “Friends” y el Museo del Helado, antes de viajar a otros lugares.

La idea, dijeron las fundadoras durante una presentación previa a la inauguración, es simple: difundir los poderes relajantes y rejuvenecedores del slime. ¿No lo cree? Un rincón con una máquina que hace electrocardiogramas está ahí para mostrar lo que sucede en el cerebro cuando uno interactúa con slime.

También hay una cueva donde la sustancia brilla en la oscuridad y un túnel de ASMR (Respuesta Sensorial Meridiana Autónoma) para mostrar sus cualidades visuales y auditivas, ampliamente difundidas en YouTube.

“El aspecto de redes sociales del slime realmente ha mostrado una comunidad”, dijo Robinovitz. “Existe mucha sensibilidad en el mundo de que las redes sociales pueden aislar a la gente. Lo que nosotras hemos visto en el mundo del slime es que la gente se está acercando”.

Hay convenciones de slime, tiendas en línea y eventos con influencers que atraen a miles de fanáticos.

Sin ser exactamente sólido o líquido, el slime a menudo se hace mezclando el producto de limpieza de base mineral Borax, pegamento y agua, además de aromas líquidos, colores y “aderezos” que incluyen pequeños juguetes y escarcha a base de plástico. Algunas variaciones se hacen con arcilla.

Las variedades y los aromas son infinitos. Al apuntar que la escarcha y otros potenciales enemigos del medio ambiente fueron deliberadamente excluidos del slime en Sloomoo, Robinovitz mostró sustancias que se asemejan a nubes (con nieve ficticia mezclada) o que crujen (con cuentas plásticas) o brillan.

Técnicamente hablando, el slime es un polímero reticulado conocido como un “fluido no newtoniano”. Su historia se estira hasta la década de 1830, cuando se originó la ciencia del polímero y Nathaniel Hayward y Friedrich Ludersdorf concluyeron que añadir azufre a goma cruda natural evitaba que ésta se tornara pegajosa.

Con juguetes y una presencia en la TV y en el cine, el slime ha sido parte de la cultura popular por décadas. Silly Putty llegó a la luna en el Apolo 8 en 1968. La cinta de 1962 “Son of Flubber” (“El profesor Voligoma”) era protagonizada por un viscoso que podía volar y desovó un producto de juguete llamado Flubber, pero éste enfermó a algunos usuarios y fue retirado del mercado, según una cronología en dos paredes de Sloomoo.

Mattel lanzó un slime gelatinoso como juguete en 1976 que venía en un pequeño tobo de basura.

La cadena Nickelodeon ha usado el slime por años, desde que retransmitió “You Can’t Do that On Television” en la década de 1980. En ese programa canadiense, los participantes que respondían a preguntas con “no sé” eran bañados con slime. La cadena lanzó en 1986 su propio programa “pegajoso”, “Double Dare”, y ha estado bañando a famosos en slime en su ceremonia de premios Kids’ Choice Awards desde 1987.

Fuente: Panorama