Países del TIAR imponen más presión al gobierno de Venezuela

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Representantes de más de una docena de países que integran el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR) se reunieron el martes para aislar aún más a los aliados cercanos del presidente venezolano Nicolás Maduro a través de la imposición de sanciones económicas.

Los países miembros del Tratado de Río, que se remonta a 1947, concluyeron la reunión celebrada en Bogotá comprometiéndose a imponer sanciones financieras y restricciones de viaje a Maduro, su esposa y 27 de sus más estrechos colaboradores civiles y militares, magistrados y empresarios señalados de tener supuestos vínculos con el gobierno.

“La crisis política, económica y social en la República Bolivariana de Venezuela representa una amenaza para el mantenimiento de la paz y la seguridad del continente”, manifestó la canciller colombiana Claudia Blum en los últimos comentarios de la reunión.

Maduro desestimó la noche del martes las acciones de los miembros del tratado y aseguró que habían “fracasado”.

“Ha sido una reunión de fantoches, de payasos. Con el TIAR o sin el TIAR, no podrán con Venezuela”, dijo el mandatario izquierdista durante un acto de gobierno televisado.

Por su parte, el líder opositor Juan Guaidó dijo que el encuentro había sido un “paso muy importante para producir más presión hacia la dictadura”, y pidió a los países miembros del tratado actuar de manera “cohesionada en defensa de nuestros pueblos”.

Mientras que Estados Unidos y la Unión Europea han aplicado sanciones económicas a los socios de Maduro, las naciones latinoamericanas que respaldan a Guaidó han recurrido en gran medida a la presión diplomática, y dependerá de cada una decidir cómo proceder.

La promesa de una mayor presión económica contra Maduro llega en una época en que la oposición venezolana está flaqueando. Guaidó ha pasado apuros para que sus simpatizantes salgan a las calles y su popularidad ha disminuido. En tanto, las divisiones entre la oposición se están haciendo visibles luego de recientes controversias sobre supuestos abusos de poder.

En un intento por amainar las presiones generadas por el escándalo de corrupción en el que resultaron implicados nueve diputados opositores que respondieron las acusaciones atacando a Guaidó, la Asamblea Nacional, de mayoría opositora, aprobó el martes la creación de una comisión especial para investigar si los congresistas señalados favorecieron a empresarios que han sido relacionados al gobierno.

David Smilde, investigador de la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos, dijo que la resolución de los miembros del Tratado de Río representa una “pequeña victoria” para la oposición, pero “es insuficiente para colocarlos realmente en un sitio distinto”.

“Su estrategia de máxima presión parece estar estancándose”, agregó.

Los 19 países miembros han incrementado cautelosamente la presión económica y diplomática sobre Venezuela, al tiempo que han prometido no invocar una cláusula del tratado que les autoriza aplicar una intervención militar. El acuerdo instruye a los participantes a considerar que una amenaza contra cualquiera de ellos representa un peligro para todos.

El presidente colombiano Iván Duque sostiene que Maduro está ofreciendo refugio seguro a las facciones rebeldes del Ejército de Liberación Nacional y a los disidentes de las antiguas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, una afirmación que el mandatario venezolano rechaza. Duque exhortó a las naciones a permitir que se impongan sanciones más duras.

Sin embargo, aclaró que “no hay invitaciones al uso de la fuerza”.

Pese a varios comentarios de los miembros del tratado en los que indicaron que no buscarán una respuesta militar, las autoridades venezolanas sostuvieron que los participantes están conspirando para derrocar a Maduro y advirtieron a los ciudadanos que una intervención podría ser algo inminente.

“El pueblo debe estar preparado y alerta en la calle”, señaló Diosdado Cabello, presidente de la poderosa Asamblea Nacional Constituyente, el mismo martes.

Varios cientos de empleados públicos y seguidores del gobierno salieron a marchar por algunas vías del centro de la capital contra los países que conforman el TIAR.

Fuente:AP