Dueño de los Dolphins dio al alcalde del Condado un presente por el Super Bowl

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El alcalde del Condado Miami-Dade Carlos Giménez aceptó como regalo dos boletos para el Super Bowl valorados en $4,000 cada uno. El obsequio se lo hizo el dueño de los Miami Dolphins, Stephen Ross, según un reporte de ética, al mismo tiempo en que Giménez —quien ahora aspira a un escaño en el Congreso— está ayudando al magnate de bienes raíces a llevar las carreras de Formula One al Hard Rock Stadium.

El regalo se dio a conocer en un memorando de José Arrojo, director ejecutivo de la Comisión de Ética y Confianza Pública del Condado Miami-Dade. El Nuevo Herald obtuvo el documento a través de una solicitud de archivos públicos.

El memorando concluyó que Giménez tenía la libertad de aceptar los boletos, ya que no se le ofrecieron a cambio de un tratamiento favorable por parte del alcalde. El memorando indica que “el señor Ross le ofreció y Giménez aceptó, dos boletos con un valor de $8,000”. El reporte no señala si Ross realmente dio las entradas a Giménez. La oficina del alcalde no respondió las solicitudes que se le hicieron para saber cuáles son los planes del funcionario respecto a los boletos.

El viernes, una consejera de Giménez le envió un correo electrónico a Arrojo donde disputaba el contenido del memorando. Nicole Tallman, directora de Asuntos Legislativos, escribió en el correo electrónico de las 9:59 p.m. que “el alcalde no aceptó los boletos antes de conocerse la opinión de la Comisión de Ética, como se indicó en su memorando”. Arrojo le respondió que la opinión expresada en el memorando sigue siendo la misma, pese a que sea “una transacción que Giménez está considerando”.

Durante años, Giménez ha sido un aliado de Ross en el gobierno condal, negociando en el 2014 un acuerdo de subsidio valorado en $5.75 millones anuales para los Dolphins y vetando una legislación del condado que habría obstaculizado sus esfuerzos por traer las carreras de Formula One al Hard Rock. De igual modo, su administración accedió a pagar $4 millones en gastos del Super Bowl, como por ejemplo, $1 millón por habitaciones de hotel para jugadores de la NFL esta semana. Rodney Barreto, director del Comité Anfitrión del Super Bowl, es dueño de Floridian Partners, una firma de cabildeo de Coral Gables que representa a los Dolphins en sus conversaciones con el condado.

Los planes de Giménez para el Super Bowl no se dieron a conocer de inmediato el viernes por la tarde. Patricia Abril, su secretaria de prensa, dijo que la oficina del alcalde “no estaba seguro si iría o no al partido”, antes de que se le preguntara sobre los boletos de Ross.

Este es el primer Super Bowl para Giménez como alcalde. Fue elegido en el 2011, y en la actualidad aspira por el Distrito 26 de la Florida en las primarias republicanas por el Congreso, buscando el escaño que ocupa la demócrata Debbie Mucarsel-Powell.

Abril no respondió las preguntas que se le hicieron sobre boletos que Ross le regaló a Giménez del evento deportivo más popular en Estados Unidos.

El Comité Anfitrión del Super Bowl le envió a funcionarios solicitudes donde les ofrecía comprar boletos para el Super Bowl al precio original. Las solicitudes que se mandaron a principios de enero a los comisionados de Miami-Dade ofrecían dos boletos, cada uno con un valor de $3,000. En ninguno de los varios correos electrónicos que pudo obtener esta semana el Miami Herald mediante solicitudes de archivos públicos, se menciona si algún comisionado aceptó la oferta.

Al igual que hizo el viernes la oficina de Giménez, otros funcionarios electos expresaron que no estaban seguros si tenían planeado asistir al evento deportivo más grande del año, un partido donde los boletos son los más buscados en toda la ciudad. “Todavía no lo sé”, dijo Oliver Gilbert, alcalde Miami Gardens, la ciudad donde se encuentra el Hard Rock Stadium.

Giménez sigue siendo una figura vital en el futuro del estadio. El equipo de cabilderos que Ross emplea para los Dolphins aún sigue su batalla contra la legislación del condado en contra de Formula One, que presentó la comisionada Barbara Jordan, quien representa a Miami Gardens. Una votación final está fijada para el martes.

En el memorando original, Arrojo escribió el código de ética de la Comisión de Ética y Confianza Pública le permite a los funcionarios aceptar regalos siempre que no formen parte de una transacción. Giménez pudo aceptar los boletos de Ross, ya que la Comisión no encontró ninguna evidencia de que Giménez le había pedido los boletos a Ross o los aceptó a cambio de un favor, escribió Arrojo.

Según el memorando de la Comisión de Ética, Ross indicó que pagaría los boletos con su propio dinero, en vez de usar fondos de ninguna de las entidades con las que está afiliado, y que las facturas lo comprobarán.

El código de la Comisión de Ética le exige a los funcionarios revelar públicamente cualquier regalo cuyo valor sea mayor de $100, a menos que el regalo se acepte como “negocio oficial”. En este caso, Giménez podría argumentar que el partido es un negocio oficial, ya que va a participar en su capacidad oficial como alcalde en una ceremonia de proclamación durante el juego.

Sin embargo, Arrojo le pidió a Giménez y a cualquier otra oficina local que quiera aceptar boletos que los reporten, como “una medida de precaución, así como para promover transparencia en los gobiernos locales”.

“Le recomendamos que los regalos se revelasen en un documento público, y el alcalde estuvo de acuerdo”, dijo Arrojo. “Depende de los votantes y del público en general decidir el valor del regalo y lo que significa”.

Giménez no es el único alcalde que ha recibido regalos de boletos.

El alcalde de Miami Francis Suárez recibió una oferta en una carta del Comité Anfitrión, pero decidió que no quería gastar $6,000 para dos asientos para él y su esposa en el partido que dijo esperaba que terminara en una victoria para los Kansas City Chiefs sobre los San Francisco 49ers.

“Me gusta más Kansas City”, dijo Suárez.

Poco después, un acaudalado amigo y donante le preguntó a Suárez si pensaba ir al juego. Suárez le contestó que no, pero que tenía una oferta para comprar los boletos. Fue entonces que el donante, filántropo y consejero de finanzas Eugene Frenkel se ofreció a comprar los boletos, dijo Suárez. El alcalde aceptó el regalo de Frenkel para él y su esposa que, según le dijo al Miami Herald, declararía en el reporte trimestral donde los funcionarios mencionan los regalos que reciben. Suárez dijo que su benefactor no tiene negocios con la ciudad.

La Ciudad de Miami dio también al Comité Anfitrión un subsidio en efectivo de $500,000, y la ciudad lo incluyó en el presupuesto para absorber unos $3 millones en costos adicionales para pagar a la policía, bomberos, inspectores de códigos, obras públicas y empleados de desperdicios sólidos para trabajar en eventos relacionados con el Super Bowl.

La relación de patrocinio entre los gobiernos locales y el Super Bowl hizo que la oficina del abogado del Condado Broward le aconsejara a los comisionados del condado que no compraran los boletos. Los comisionados de Broward recibieron la misma carta del Comité Anfitrión, y el gobierno condal tiene un acuerdo de patrocinio con el comité.

Según correos electrónicos internos, los abogados de Broward discutieron el asunto con funcionarios de la la Comisión de Ética de la Florida, quienes dijeron que una opinión oficial no podría estar lista antes del domingo, el día del juego. Sin embargo, tras hablar con funcionarios estatales, la oficina del abogado del Condado Broward le dio a los comisionados un consejo conservador basándose en la diferencia entre el precio inicial de los boletos y el precio que han llegado a alcanzar en el mercado secundario.

“A la luz de nuestras discusiones con la Comisión de Ética, nuestro consejo es que no compren los boletos que les está ofreciendo el Comité Anfitrión del Super Bowl”, escribió la abogada del condado Rocío Blanco García.

Fuente: Diario las Américas