¿Sabías qué el lápiz labial fue de primera necesidad durante la II Guerra?

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Por curioso que parezca, uno de los productos que se clasificó como de “primera necesidad” durante la Segunda Guerra Mundial es el lápiz labial.

De hecho, fue el propio Winston Churchill, recordado por su determinante papel al frente de Gran Bretaña durante el conflicto bélico, quien defendió el eslogan Beauty is your Duty, el cual se transformó en un acto de compromiso patriótico inapelable.

Y aunque en aquellos años su país detuvo la producción de cosméticos para favorecer el funcionamiento de otras industrias más importantes, Churchill optó por hacer una excepción y permitir la fabricación de los labiales. ¿Su argumento? Levantaba la moral de la población.

De hecho, mientras productos como el azúcar, huevos y combustible se racionalizaron, los labiales se repartían tal como se hacía con la harina.

Pixabay | Pexels (CCO)
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Tal como recoge la sección S Moda de El País, este producto cosmético ha sido considerado como esencial por diversos gobiernos en tiempos de crisis, principalmente por la importancia psicológica que reviste su uso.

En ese sentido, Rachel Felder, periodista que se desempeña en revistas como The Cut o The New Yorker, explicó al citado medio que Churchill comprendió “que llevar lápiz labial rojo hacía a las mujeres sentirse fuertes, seguras y atractivas, unos sentimientos especialmente preciados en tiempos de crisis”.

“El acto de pintarse los labios emana un mensaje de autoridad y convicción. Para las mujeres que lo llevan es tanto una espada como un escudo, escondiendo cualquier inseguridad y demostrando fuerza asertiva”, agregó Felder, quien además es autora del libro Red Lipstick: An Ode to a Beauty Icon.

En efecto, en aquella época el Ministerio de Abastecimiento británico publicó un memorando en el que se indicaba que para las mujeres el maquillaje era tan importante durante la guerra como el tabaco para los hombres, lo que a su vez dejaba en claro el sexismo de esos años

Cabe señalar que Churchill no sólo promovió el uso de los labiales como maniobra estratégica para levantar la moral de los soldados que luchaban por volver a casa para reencontrarse con sus esposas, sino que además hubo otro factor que influyó en su decisión: el reconocido odio de Adolf Hitler por todo tipo de cosmético.

Al respecto, la historiadora Laura Clouting afirmó en conversación con el medio inglés The Telegraph que “eran vidas ordinarias impactadas por acontecimientos extraordinarios. Si cada parte de su existencia era intervenida por el gobierno, la apariencia era lo único que podían controlar”.

Felder argumenta que aún en los tiempos más duros, el maquillaje adquiere un importante papel en la sociedad. “El labial sube la moral, pero es mucho más que eso: en tiempos de crisis, como hizo durante la Segunda Guerra Mundial, les aporta a las mujeres un sentido de normalidad”, precisó.

Valeria Boltneva | Pexels (CCO)
Valeria Boltneva | Pexels (CCO)

“En estos días, en los que la gente está lidiando con el estrés, el confinamiento y la pérdida de sus seres queridos, mantener esos pequeños detalles diarios que te hacen sentir normal es muy importante. El pintarse los labios de rojo cada mañana empodera”, aseveró.

Inclusive, a inicios de este siglo Leonard Lauder, presidente emérito de The Estée Lauder Companies Inc., acuño el término “efecto pintalabios”, considerándolo como un indicador económico que se refiere al fenómeno en el cual la industria cosmética se mantiene estable, e incluso aumenta sus ventas, en periodos de crisis.

De acuerdo al sitio Rankia, este concepto ya se había observado en la Gran Depresión de los años 1930. No obstante, se ha vuelto a repetir desde entonces en las sucesivas recesiones en distintos países y economías.

Fuente:BioBioChile