Kiev fue golpeada durante la noche hasta el viernes por una masiva ola de ataques con drones y misiles, que las autoridades ucranianas describieron como el mayor asalto aéreo desde que Rusia invadió Ucrania hace más de tres años.
Este bombardeo se produce en medio de una renovada ofensiva rusa por apoderarse de más territorio.
El asalto, que se prolongó durante siete horas, dejó al menos 23 personas heridas y causó graves daños en varios distritos de la capital. Explosiones iluminaron el cielo nocturno y las sirenas de ataque aéreo resonaron por toda la ciudad. La escena era de caos, con las luces azules de los vehículos de emergencia reflejándose en los edificios y escombros bloqueando las calles.
El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskyy, resumió la noche diciendo: «Fue una noche dura y en insomnio».
Rusia ha intensificado drásticamente sus bombardeos a larga distancia sobre ciudades ucranianas. Hace menos de una semana, Moscú lanzó lo que en ese momento fue el ataque aéreo más grande de la guerra. Esta estrategia coincide con un esfuerzo coordinado de Rusia para romper partes de la línea del frente de casi 1.000 kilómetros, donde las tropas ucranianas están bajo una presión considerable.
La fuerza aérea de Ucrania informó que, durante la noche, Rusia lanzó 550 drones y misiles en todo el país. La mayoría eran drones Shahed, pero también se emplearon 11 misiles en el ataque.
Alya Shahlai, una fotógrafa de bodas de Kiev, de 23 años, relató cómo su casa fue destruida en el bombardeo. «Estábamos todos en el refugio (del sótano) porque era tan fuerte que quedarse en casa habría sido suicida», compartió con The Associated Press. «Bajamos 10 minutos antes y luego hubo una fuerte explosión y las luces se apagaron en el refugio, la gente estaba en pánico».
Con información de Telemundo 51
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