¡INCREIBLE! La selección nacional conquista el Juego de Estrellas 2025 en una final de Derby llena de emoción y récords históricos!

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Cortesía: Séptima Entrada


Una noche que quedará grabada en la historia del béisbol, llena de momentos memorables para los cañoneros y que, sin duda, nunca habíamos presenciado antes. El Truist Park, hogar de los Bravos, se convirtió por una noche en el icónico Atlanta-Fulton County Stadium, en un emotivo y tecnológico homenaje al legendario Henry Aaron, quien dejó una huella imborrable en el deporte. Pero esa misma noche, el estadio fue testigo de un espectáculo épico: un Juego de Estrellas que rompió con todas las reglas, decidiéndose por primera vez en la historia mediante un desempate con ronda de jonrones, elevando la emoción a niveles insospechados. Sin duda, una noche para recordar en el béisbol mundial.

Así se desarrolló el swing-off:

L.N. (4 jonrones): Kyle Stowers (Marlins), 1; Schwarber (Filis), 3; Pete Alonso (Mets), N/A*

L.A. (3 jonrones): Brent Rooker (Atléticos), 2; Randy Arozarena (Marineros), 1; Aranda (Rays), 0

Alonso, quien decidió no participar en el Festival de Jonrones en busca de su tercera corona, sí se apuntó para el Derby decisivo del juego, pero no necesitó batear ya que la Nacional aseguró la victoria antes de su turno.**


El 15 de julio quedó marcado en la memoria del béisbol con un homenaje emotivo al histórico jonrón 715 de Hank Aaron, el cual le permitió superar la marca de Babe Ruth. La ceremonia en el estadio fue verdaderamente memorable: una impresionante proyección de la figura de Aaron, acompañada por la presencia del lanzador Al Downing y otros protagonistas en el campo, creó un ambiente lleno de nostalgia y admiración. Para cerrar con broche de oro, una explosión pirotécnica simuló el vuelo del legendario bambinazo, evocando uno de los momentos más célebres en la historia de las Grandes Ligas. Y en ese instante, resonó nuevamente la icónica narración del fallecido Vin Scully, transportando a todos los presentes a aquella noche inolvidable, reafirmando la grandeza de Aaron y su legado en el béisbol mundial.

“¡Esa pelota se va… y no vuelve más!”.

Y sí, muchas pelotas se fueron.

Como el bambinazo de tres carreras de Alonso que abrió el marcador para la Nacional en el sexto episodio.

Y el tablazo en solitario de Corbin Carroll, de los Diamondbacks, más adelante en ese mismo episodio, que puso el 6-0.