
Stephen Costa, un corredor de bienes raíces de 40 años que alcanzó la fama en el ámbito empresarial, ahora se encuentra encarcelado. En un caso que parece sacado de una novela de misterio, fue condenado a casi 14 años de prisión por liderar una red de tráfico de medicamentos recetados que movió ilegalmente una increíble suma de 78 millones de dólares en productos farmacéuticos.
Estos medicamentos, que deberían haberse destinado a pacientes con VIH y cáncer, fueron desviados a través de una operación fraudulenta que se extendió por varios estados, como Florida y Carolina del Norte. A pesar de que mostraba una imagen de agente inmobiliario, Costa terminó siendo atrapado por su propio plan ilegal, el cual no es el primero del que ha estado involucrado.
La red de tráfico de medicamentos de Stephen Costa
La organización criminal bajo su mando comenzó a gestarse en 2013, y su tamaño creció rápidamente. Aprovechando su autoridad sobre dos compañías farmacéuticas en Puerto Rico, que tenían licencia como distribuidoras mayoristas, Costa empezó a desviar medicamentos de prescripción, específicamente aquellos destinados a individuos con VIH y cáncer.
Estos productos farmacéuticos fueron vendidos en el mercado negro con etiquetas falsas y sin la supervisión adecuada de las autoridades sanitarias, lo que puso en grave riesgo a los pacientes.

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El funcionamiento de la red de Stephen Costa
El esquema de Stephen Costa operaba de la siguiente manera:
Adquisición de compañías farmacéuticas: Costa compró empresas farmacéuticas autorizadas para la distribución de medicamentos en Puerto Rico.
Desvío de fármacos: Una vez que tomó el control de las empresas, desvió medicamentos que debían ser entregados a pacientes con enfermedades severas hacia diferentes estados del país.
Venta con etiquetas engañosas: Los medicamentos eran revendidos a través de intermediarios, siendo marcados como si fueran legítimos, cuando en realidad tenían su origen en la red ilegal de Costa.
Estafa millonaria: En total, su red desvió productos farmacéuticos por un valor aproximado de 78 millones de dólares, poniendo en peligro la vida de innumerables pacientes que confiaban en recibir medicamentos auténticos.
Costa no estaba solo en este negocio. A lo largo de la operación, contó con la ayuda de un grupo de 20 cómplices, muchos de los cuales conoció durante su paso por la escuela de negocios. Estos lo ayudaron en las actividades de compra, venta y distribución clandestina de los medicamentos.
Stephen Costa continuaba su labor como agente inmobiliario
Además de su involucramiento en el tráfico de fármacos, durante todo el tiempo que estuvo perpetrando estos delitos, mantuvo su trabajo como agente inmobiliario.
Obtuvo su primera licencia de bienes raíces en 2003 y la mantuvo a pesar de haber sido condenado en 2015 por un esquema de fraude en el ámbito de la atención médica. Curiosamente, Costa logró retener su licencia hasta 2024, sin que las autoridades pertinentes tuvieran conocimiento de su pasado delictivo. En efecto, en 2023, cofundó Scope Realty, una empresa de corretaje situada en el sur de Miami, que se dedicaba a promover alquileres y ventas de propiedades.
La situación permaneció oculta hasta que una pesquisa del Miami Herald reveló que, a pesar de su condena, Costa continuaba actuando como agente inmobiliario en el estado de Florida.
De acuerdo con la legislación de ese estado, un individuo condenado puede obtener una licencia de bienes raíces, sin embargo, cualquier condena debe ser comunicada al Departamento de Regulación Comercial y Profesional de Florida y a su Comisión de Bienes Raíces. No obstante, ni la agencia ni la comisión tuvieron conocimiento de la condena de Costa hasta que se llevó a cabo la investigación periodística.
Con información de mundodeportivo.com
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