Los recientes bombardeos rusos sobre Kiev dejaron un saldo devastador. El Ministerio del Interior de Ucrania confirmó este viernes que la cifra de víctimas mortales se elevó a 31, entre ellos tres niños. Los equipos de emergencia hallaron otros diez cuerpos entre los restos de un edificio residencial en el distrito de Sviatochinski, incluyendo el de un niño de tan solo dos años.
Las autoridades también reportaron 159 personas heridas, 16 de ellas menores de edad. El ataque, llevado a cabo el jueves con misiles y drones, es uno de los más letales en la capital ucraniana en los últimos meses.
En medio de la conmoción, el expresidente estadounidense Donald Trump calificó la ofensiva como “repugnante”, y lamentó la pérdida de vidas humanas en ambos bandos. Aclaró que Estados Unidos no participa activamente en el conflicto y destacó que, bajo su gestión, logró que la OTAN asuma los costos de las municiones y armamento estadounidense entregados a Ucrania.
Mientras tanto, el presidente ucraniano Volodímir Zelenski intensificó su llamado a la comunidad internacional para endurecer las sanciones y aumentar la presión política con el objetivo de lograr un “cambio de régimen” en Moscú tras lo que describió como una masacre en Kiev.
La situación sigue siendo crítica, con operaciones de rescate en marcha y el temor de nuevos ataques.
Con información de El Mundo
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