Macron quiere probar que su esposa sí es una mujer

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El presidente francés Emmanuel Macron y su esposa, Brigitte Macron, han presentado una demanda por difamación contra la influencer estadounidense Candace Owens, a quien acusan de difundir teorías conspirativas sobre la identidad de género de la primera dama. El caso, radicado en el estado de Delaware, incluye un extenso documento de 218 páginas y marca la primera acción legal conjunta de la pareja sobre este asunto.

Owens, conocida por sus posturas ultraconservadoras y su cercanía con Donald Trump, ha sostenido públicamente que Brigitte Macron nació hombre bajo el nombre de Jean-Michel Trogneux —el verdadero nombre del hermano de la primera dama— y ha vinculado al presidente francés con supuestos experimentos de control mental de la CIA. Las afirmaciones, calificadas por los Macron como “absurdas y difamatorias”, forman parte de la serie digital Becoming Brigitte, publicada este año por la influencer.

El abogado de la pareja, Thomas Clare, confirmó en el podcast Fame Under Fire de la BBC que se presentarán pruebas científicas y fotográficas ante el tribunal estadounidense, incluyendo imágenes de Brigitte embarazada y criando a sus hijos. “Es increíblemente perturbador tener que someterse a este tipo de exposición pública, pero ella está 100% dispuesta a hacerlo para restablecer la verdad”, afirmó Clare.

El proceso podría requerir que los Macron viajen a Estados Unidos para declarar ante un jurado popular, en un juicio que pone a prueba los límites de la libertad de expresión y la protección de la privacidad en la era digital. En EE.UU., las figuras públicas deben demostrar “mala intención real” para que prospere una demanda por difamación, es decir, que el acusado sabía que la información era falsa.

Un caso que arrastra años de polémica

El origen del bulo se remonta a 2021, cuando un canal de YouTube francés difundió una entrevista con una supuesta periodista que afirmaba que Brigitte Macron había asumido la identidad de su hermana fallecida. La historia, alimentada por teorías esotéricas y conspirativas, se viralizó rápidamente en redes sociales y fue amplificada por cuentas vinculadas a la ultraderecha.

Brigitte Macron ganó inicialmente una demanda en Francia contra las autoras del video, pero el fallo fue revocado en apelación por motivos de libertad de prensa. La pareja ha recurrido ahora al Tribunal Supremo francés, mientras avanza el proceso en Estados Unidos.

Información El País

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