El Conejo Malo se adueña del medio tiempo del Super Bowl

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Tras semanas de rumores, la National Football League (NFL) confirmó que Bad Bunny encabezará el show de medio tiempo del Apple Music Super Bowl LX, que se celebrará el 8 de febrero de 2026 en el Levi’s Stadium de Santa Clara, California.

La noticia se reveló con un video en redes sociales donde se ve al artista puertorriqueño usando un sombrero típico de su isla, sentado sobre el goalpost mientras suena el inicio de “Callaíta”, uno de sus éxitos más emblemáticos. El mar, el atardecer y la estética boricua enmarcan el anuncio que ya es viral.

“Esto es por mi gente, mi cultura y nuestra historia”

En un comunicado compartido por Billboard, Bad Bunny expresó su emoción por representar a Puerto Rico y a la música latina en uno de los escenarios más icónicos del entretenimiento global.

“Lo que siento va más allá de mí mismo. Es por aquellos que vinieron antes que yo y recorrieron incontables yardas para que yo pudiera entrar y anotar un touchdown… esto es por mi gente, mi cultura y nuestra historia. Ve y dile a tu abuela, ¡que seremos el HALFTIME SHOW DEL SUPER BOWL!”

Jon Barker, vicepresidente senior de producción de eventos globales de la NFL, destacó que el artista “representa la energía global y la vibrante cultura que definen la escena musical actual”, y aseguró que su presencia garantiza “una experiencia inolvidable”.

Benito y el Super Bowl: una historia que continúa

Esta será la primera vez que Bad Bunny lidere el espectáculo, pero no su debut en el Super Bowl. En 2020, fue invitado especial en el show protagonizado por Shakira y Jennifer López. En 2024, apareció en un comercial de Ritz junto a Aubrey Plaza y Michael Shannon, emitido durante la transmisión del evento.

La confirmación llega en un año clave para su carrera. En enero de 2025 lanzó su sexto álbum, Debí Tirar Más Fotos, que se convirtió en su cuarto número uno en el Billboard 200. Todas sus 17 canciones ingresaron al Hot 100, superando las 100 entradas en su trayectoria.

El proyecto incluyó una residencia de 30 fechas en Puerto Rico, que no solo celebró su música sino que impulsó la economía local.