La ola global de protestas juveniles ha llegado a Madagascar. Liderados por jóvenes universitarios de entre 18 y 28 años, miles de manifestantes exigen la renuncia del presidente Andry Rajoelina y el fin de la corrupción y la mala gestión estatal. “Tenemos el deber de cambiar absolutamente todo”, afirma Herizo Andriamanantena, portavoz del movimiento Generación Z en el país.
Las protestas, que comenzaron por cortes de electricidad y escasez de agua potable, han escalado en intensidad. Según Naciones Unidas, al menos 22 personas han muerto y más de 100 han resultado heridas en los últimos días. Pese a las amenazas, la movilización no se detiene.
La Generación Z representa más de la mitad de los 32 millones de habitantes de Madagascar. Para ellos, el cambio no es negociable. La reciente destitución del Gobierno no ha calmado los ánimos: exigen que el presidente también se haga a un lado.