Sean “Diddy” Combs fue sentenciado este viernes a cuatro años y dos meses de prisión por transportar personas a través de fronteras estatales para encuentros sexuales. El fallo marca un ajuste de cuentas para una de las figuras más influyentes de la industria musical, tras un juicio que reveló testimonios desgarradores y patrones de abuso sostenido.
El juez federal Arun Subramanian, quien también impuso una multa de 500.000 dólares, señaló que el poder y los recursos de Combs permitieron que sus acciones se mantuvieran impunes durante años. “¿Por qué sucedió durante tanto tiempo? Porque no te atraparon”, dijo al dictar sentencia.
Aunque los fiscales pedían más de 11 años de prisión, y la defensa solicitaba libertad inmediata, el artista de 55 años podría salir en aproximadamente tres años, tras haber cumplido ya uno en prisión.
Durante el juicio, que se extendió por casi dos meses en Manhattan, mujeres testificaron que Combs las golpeó, agredió sexualmente, chantajeó y las sometió a encuentros impulsados por drogas. Fue absuelto de los cargos de tráfico sexual y crimen organizado, que podrían haberle costado cadena perpetua.
Antes de la sentencia, Combs lloró mientras sus abogados mostraban un video sobre su vida familiar y filantropía. En su declaración final, pidió clemencia: “Le pido a su señoría una oportunidad para ser padre de nuevo, un líder en mi comunidad… una oportunidad para obtener la ayuda que necesito para ser una mejor persona”.
La fiscal Christy Slavik advirtió que perdonarlo sería excusar años de violencia. “Su moneda era el control. Y convirtió esa moneda en arma con efectos devastadores en las víctimas”, afirmó.
Los abogados de Combs anunciaron que apelarán la decisión.