Gobernar sin gobierno: El desafío institucional de Macrón

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La dimisión de Sébastien Lecornu como primer ministro francés, apenas 27 días después de asumir el cargo, marca el tercer relevo en Matignon en lo que va de año, profundizando la crisis institucional que enfrenta el gobierno de Emmanuel Macron. En un contexto de fragmentación parlamentaria y bloqueo político, Francia se encuentra ante un escenario inédito: un presidente sin mayoría, sin jefe de gobierno estable y con escaso margen de maniobra.

Por Vanessa Rodríguez / MiamiNews24

Alegando que “las condiciones ya no estaban reunidas” para ejercer el cargo, Lecornu presentó su renuncia el lunes 6 de octubre. Su salida se produce en medio de tensiones por la conformación de su gabinete —cuestionado por sectores aliados y opositores— y ante la imposibilidad de aprobar el presupuesto para 2026, considerado clave para la estabilidad fiscal del país.

Vale destacar que desde las elecciones legislativas anticipadas de 2024, convocadas por Macron tras el avance de la extrema derecha en los comicios europeos, la Asamblea Nacional permanece sin mayorías claras. El Nuevo Frente Popular (NFP), coalición de izquierda, obtuvo la mayoría de escaños, pero el presidente ha optado por nombrar primeros ministros provenientes de su alianza centrista o del partido conservador Los Republicanos (LR), con quienes mantiene acuerdos parlamentarios frágiles.

Antes de Lecornu, Michel Barnier y François Bayrou también renunciaron tras enfrentar bloqueos legislativos. Ninguno logró consolidar un gobierno capaz de aprobar reformas o presupuestos, lo que ha generado una parálisis institucional que se refleja en indicadores económicos: caída de la Bolsa de París, aumento del riesgo país y presión sobre la deuda pública, que supera el 115% del PIB.

Macron resiste y persiste

El presidente Macron ha reiterado que no dimitirá antes del fin de su mandato en 2027, pero enfrenta crecientes llamados a convocar nuevas elecciones legislativas. Jean-Luc Mélenchon, líder de Francia Insumisa, y Marine Le Pen, de Agrupación Nacional, han exigido volver a las urnas. Mientras tanto, el Ejecutivo continúa en funciones con poderes limitados, y la incertidumbre política se extiende a nivel europeo.

Analistas advierten que el modelo semipresidencial francés, diseñado para garantizar estabilidad, se encuentra tensionado por la falta de mayorías y la polarización ideológica. La figura del primer ministro, tradicionalmente clave en la gestión cotidiana del país, ha perdido peso ante la imposibilidad de gobernar sin respaldo parlamentario.

En las próximas horas, Macron deberá decidir si propone un nuevo jefe de gobierno o si convoca elecciones anticipadas. La posibilidad de formar un gabinete técnico o de consenso ha sido mencionada por algunos sectores, pero no cuenta con respaldo suficiente. Mientras tanto, Francia enfrenta el desafío de gobernar sin gobierno, en un momento de alta sensibilidad social, económica y geopolítica.