El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, oficializó este martes un inédito rescate financiero a Argentina, acompañado de un fuerte respaldo político al mandatario Javier Milei, en plena cuenta regresiva hacia las elecciones legislativas del 26 de octubre.
Durante su encuentro en la Casa Blanca, Trump elogió la “gran filosofía” de Milei y dejó claro que el apoyo está condicionado al resultado electoral. “Si pierde con un candidato de extrema izquierda, no seremos generosos con Argentina”, advirtió.
El paquete incluye la compra de pesos argentinos y un swap de divisas por US$20.000 millones, financiado con fondos del Tesoro estadounidense. El secretario del Tesoro, Scott Bessent, lideró la operación y defendió el acuerdo como una “oportunidad para formar puentes económicos con nuestros aliados”.
“America First” no significa “America Alone”
Bessent justificó el rescate en clave geopolítica: “Estados Unidos primero no significa Estados Unidos solo”. La frase busca contrarrestar las críticas internas en EE.UU., donde el gobierno enfrenta un cierre presupuestario y sectores agrícolas acusan que el rescate contradice la doctrina nacionalista.
Analistas como Victoria Murillo (Columbia University) y Benjamin Gedan (Johns Hopkins) coinciden en que el respaldo a Milei responde tanto a afinidad ideológica como a intereses estratégicos. “Milei es un aliado fiel en política exterior y su modelo económico representa lo que EE.UU. históricamente ha querido exportar a la región”, señala Gedan.
El rescate también busca contrarrestar la creciente influencia de China en América Latina. Argentina posee reservas clave de litio, petróleo y tierras raras, fundamentales para la transición energética. La maniobra de Washington busca evitar que Pekín monopolice los vínculos comerciales con Buenos Aires.
Críticas internas en EE.UU.: “Una píldora amarga”
La ayuda ha generado un torbellino político en EE.UU. Agricultores de soya —competidores directos de Argentina en el mercado chino— acusan que el rescate amenaza sus ingresos. Legisladores republicanos y demócratas cuestionan cómo encaja esta medida en la doctrina “America First”.
“El rescate a Argentina debilita nuestra posición negociadora con China”, denunció la congresista Julie Fedorchak. El senador Chuck Grassley fue más directo: “¿Por qué ayudar a Argentina mientras le arrebata a nuestros productores su mayor mercado?”.