Desde la inteligencia artificial hasta la energía limpia, la tecnología redefine la forma en que vivimos, trabajamos y nos movemos. De acuerdo con el Índice Global de Innovación 2025, elaborado por la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI), existen cinco ciudades que lideran el futuro gracias a su inversión en innovación, su impacto tecnológico y su capacidad para transformar la vida cotidiana.
En primer lugar, el clúster Shenzhen–Hong Kong–Guangzhou encabeza el ranking por su impresionante ecosistema digital. En esta región del sur de China, los pagos mediante códigos QR, las entregas gestionadas por apps y la constante aparición de startups muestran cómo la tecnología está integrada en la cultura urbana.
El segundo puesto lo ocupa Tokio-Yokohama (Japón), un ejemplo de innovación práctica. Desde trenes autónomos y sensores de inteligencia artificial en tiendas hasta hoteles atendidos por robots, la tecnología japonesa destaca por ser útil y humana a la vez.
En tercer lugar aparece San Francisco (EE. UU.), el corazón de Silicon Valley, donde el auge de la inteligencia artificial ha atraído a emprendedores de todo el mundo. Aquí nacen las ideas que marcan tendencia global, como los vehículos autónomos Waymo o los servicios que transformaron la movilidad urbana, como Uber y Lyft.
Pekín (China) ocupa el cuarto puesto gracias a su sólido avance científico. La capital concentra el 4 % de las publicaciones de investigación globales y combina su potente infraestructura digital con un fuerte vínculo cultural, visible en el uso cotidiano de plataformas como WeChat y Alipay.
Finalmente, Seúl (Corea del Sur) completa el top 5, impulsada por una mentalidad de progreso constante. Con más del 5 % de las solicitudes de patentes mundiales, la capital surcoreana ofrece un entorno donde la vida sin efectivo, las casas inteligentes y los autobuses eléctricos autónomos ya son una realidad.
Estas cinco urbes no solo marcan el ritmo de la innovación mundial, sino que anticipan el modo de vida del futuro: inteligente, conectado y en constante evolución.