Un microchip que devuelve la vista: el implante ocular que permite leer a personas ciegas

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Foto: Diario de Sevilla

Un avance médico sin precedentes está devolviendo la esperanza —y las palabras— a quienes creían haber perdido la vista para siempre. Un innovador implante ocular desarrollado en Europa ha permitido que pacientes ciegos vuelvan a leer, resolver crucigramas y distinguir letras, gracias a una combinación de ingeniería de precisión y neurotecnología.


Una segunda oportunidad para la visión

En el Moorfields Eye Hospital de Londres, cinco pacientes con ceguera parcial participaron en un ensayo clínico del implante Prima, un diminuto microchip fotovoltaico de apenas 2 milímetros cuadrados y tan delgado como un cabello humano. El dispositivo se coloca debajo de la retina, reemplazando las células dañadas por la atrofia geográfica, una forma avanzada de degeneración macular relacionada con la edad.

Entre ellos, Sheila Irvine, de 70 años, describió su experiencia como “algo de otro mundo”. Tras tres décadas sin poder leer, ahora reconoce letras y completa crucigramas con una emoción indescriptible: “Me da tanto placer… es hermoso, maravilloso”, contó a la BBC.


Cómo funciona la tecnología

El implante capta señales de una cámara integrada en unas gafas especiales. Estas imágenes, procesadas y enviadas por infrarrojo, llegan al microchip que las transforma en impulsos visuales que el nervio óptico transmite al cerebro. El resultado: los pacientes recuperan una visión funcional, suficiente para leer y reconocer formas.

El proceso, sin embargo, requiere meses de entrenamiento. “Los pacientes deben reaprender a ver”, explicó el cirujano oftalmólogo Mahi Muqit, quien lidera la investigación en Reino Unido.


Un avance con impacto global

De los 32 pacientes que recibieron el implante en cinco países europeos, 27 lograron volver a leer con su visión central, según un estudio publicado en The New England Journal of Medicine.

Aunque aún no está disponible fuera de los ensayos clínicos, los especialistas esperan que este implante sea aprobado en los próximos años. “Es una tecnología que cambia vidas”, afirma Muqit. “Por primera vez, no solo devolvemos luz a los ojos, sino también esperanza”.