El ministro de Defensa israelí, Israel Katz, anunció este lunes el fin del estado de emergencia que regía en el sur del país desde el 7 de octubre de 2023, cuando el grupo Hamas lanzó un ataque que dejó 1.200 muertos y 251 secuestrados. La medida, que entrará en vigor este martes, marca un punto de inflexión tras casi dos años de restricciones especiales en la zona fronteriza con Gaza.
“He decidido adoptar la recomendación de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) y eliminar, por primera vez desde el 7 de octubre, la situación especial en el frente interno”, declaró Katz. Según el ministro, la decisión refleja una “nueva realidad de seguridad” lograda por las “acciones decididas y contundentes” del Ejército israelí contra Hamas.
La cancelación implica el levantamiento de restricciones sobre reuniones públicas y el acceso a áreas cercanas a Gaza, incluyendo kibutz que fueron evacuados tras los ataques. El 90 % de los residentes ya han regresado a sus hogares, y espacios como la playa de Zikim —la más meridional del país— han reabierto tras el alto el fuego del 10 de octubre.
Fin de operaciones en Gaza
En paralelo, el Ejército israelí informó que la División 99 concluyó su misión en el norte de la Franja de Gaza tras cuatro meses de combates. Las siete brigadas que la integran destruyeron depósitos de armas, túneles subterráneos de más de un kilómetro, y eliminaron a varios comandantes de Hamas, incluidos dos jefes del Batallón de Beit Hanún.
La operación también incluyó la creación de la “Línea Amarilla”, un perímetro de seguridad para evitar infiltraciones, y tareas de ayuda humanitaria en zonas afectadas. Según el balance oficial, se frustraron los movimientos de cientos de combatientes y se desmantelaron infraestructuras clave del grupo islamista.
El levantamiento del estado de emergencia no solo tiene implicancias operativas, sino también simbólicas: señala el cierre de una etapa marcada por el trauma, la movilización militar y la reconstrucción paulatina de la vida civil en el sur de Israel.

