El Gran Premio de México 2025 estuvo marcado por un episodio que encendió las alarmas en el paddock y volvió a poner en foco la seguridad de la Fórmula 1. El piloto neozelandés Liam Lawson, de Racing Bulls, estuvo a punto de atropellar a dos comisarios deportivos en plena carrera, tras una accidentada salida que dejó restos sobre la pista.
El incidente ocurrió en la curva 1, justo después del choque entre el monoplaza de Lawson y el Ferrari de Carlos Sainz. Mientras se desplegaban banderas amarillas dobles y los comisarios intervenían para retirar los restos del accidente, Lawson se aproximó a alta velocidad sin modificar su trayectoria. Las imágenes captadas por la cámara a bordo muestran cómo el piloto toma la línea de carrera mientras los trabajadores cruzan la pista.
Según el comunicado oficial de OMDAI Sport México, “el piloto no redujo la velocidad lo suficiente bajo la doble bandera amarilla”, incumpliendo el protocolo de seguridad. La organización respaldó su postura con capturas de pantalla y análisis de trayectoria, señalando que Lawson mantuvo el ángulo del volante sin variar su línea, incluso cuando los comisarios estaban en plena maniobra.
Durante la carrera, Lawson reaccionó con alarma: “¡Qué diablos! Dios mío. ¿Vieron eso?”, exclamó por radio. Su ingeniero respondió: “Sí, lo he visto. Bien hecho al evitarlo”. Tras la competencia, el piloto calificó la situación como “inaceptable” y pidió esclarecer cómo fue posible que el personal estuviera sobre el asfalto mientras los autos seguían circulando.
La versión del equipo de Lawson apunta a una mala ubicación de los comisarios, mientras que OMDAI responsabiliza al piloto por no desacelerar. El contraste entre ambas posturas ha abierto una investigación que podría tener consecuencias disciplinarias.
Aunque el episodio no terminó en tragedia, dejó al descubierto una falla crítica en la coordinación de seguridad. En una categoría donde cada segundo cuenta y cada error puede costar vidas, el susto en México recuerda que la Fórmula 1 no solo se juega en los pits y las curvas, sino también en los protocolos que deben proteger a todos los que pisan la pista.
Con información de Infoabe
 
                