El Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) de Bolivia anuló este miércoles la sentencia de diez años de prisión contra la expresidenta interina Jeanine Áñez (2019–2020) y ordenó su liberación inmediata, según confirmó el presidente del TSJ, Romer Saucedo. La decisión fue comunicada tras la presentación de un recurso de revisión extraordinaria por parte de la defensa de Áñez, que argumentó que el proceso judicial debía haberse realizado bajo la figura de juicio de responsabilidades, y no por la vía ordinaria.
Áñez fue condenada en junio de 2022 por el caso conocido como “golpe de Estado II”, acusada de asumir la presidencia de forma irregular tras la renuncia de Evo Morales y de todo su gabinete en noviembre de 2019. En ese momento, Áñez ocupaba el cargo de segunda vicepresidenta del Senado.
Durante su reclusión, la exmandataria permaneció en una cárcel de La Paz, donde su defensa y sectores opositores denunciaron irregularidades en el proceso judicial. La sentencia anulada señalaba que Áñez había vulnerado la sucesión constitucional, mientras que sus abogados sostenían que su nombramiento respondió a un vacío de poder y que, como exjefa de Estado, debía ser juzgada por el Congreso.
Un fallo con implicaciones políticas
La decisión del TSJ podría reconfigurar el debate político y judicial en Bolivia, donde el caso Áñez ha sido uno de los más polarizantes desde la crisis de 2019. El fallo reconoce que el proceso ordinario no era el mecanismo adecuado para juzgar a una expresidenta, lo que abre la puerta a revisar otros casos similares.
La liberación de Áñez deberá ser ejecutada por un juez de ejecución penal de La Paz en el transcurso del día, según lo dispuesto por el Tribunal Supremo. Hasta el momento, no se ha confirmado si la exmandataria retomará actividades públicas ni cuál será su posición frente a posibles nuevos procesos.
Con información de La Tercera

