La batalla legal entre Brad Pitt y Angelina Jolie por la bodega francesa Chateau Miraval sumó un nuevo capítulo este 29 de octubre, cuando el actor presentó documentos judiciales en los que exige 35 millones de dólares en daños y perjuicios. La cifra responde, según Pitt, a pérdidas económicas derivadas de la venta de la participación de Jolie en la empresa sin su consentimiento.
La disputa gira en torno a correos electrónicos privados que Jolie intercambió con su equipo legal y financiero, los cuales Pitt considera clave para fundamentar su demanda. Jolie se opone a entregarlos, alegando que contienen discusiones protegidas por confidencialidad jurídica.
En una carta fechada el 22 de noviembre de 2023, el equipo legal de Jolie respondió que “la naturaleza costosa de cualquier entrega de documentación es responsabilidad del propio Pitt”, y que él debe asumir los gastos de producción de pruebas que respalden sus reclamos.
Un negocio en disputa
Pitt sostiene que invirtió tiempo y dinero en convertir Miraval en una bodega exitosa, y que Jolie vendió su parte a la compañía Stoli sin respetar un acuerdo previo. Según documentos judiciales, el equipo de Pitt había ofrecido 55 millones de dólares por la participación de Jolie, pero ella se retiró de las negociaciones al considerar abusivo un acuerdo de confidencialidad que le habría impedido hablar sobre la venta y sobre aspectos personales de su vida con Pitt.
Tras la venta, los nuevos propietarios contrademandaron a Pitt por presunta mala gestión, acusaciones que él niega rotundamente. Tanto Stoli como Nouvel, la empresa implicada en la transacción, también rechazaron las acusaciones.
Acusaciones cruzadas y tensiones personales
La disputa legal se ha entrelazado con tensiones personales. En documentos judiciales, Jolie alegó que Pitt la agredió en un avión privado en 2016. Aunque el FBI y el Departamento de Servicios para Niños y Familias investigaron el incidente, no se presentaron cargos. Pitt ha negado las acusaciones y su abogada declaró que “ha asumido la responsabilidad de todo lo que le corresponde, pero no va a admitir nada que no haya hecho”.
El abogado de Jolie, Paul Murphy, acusó a Pitt de intentar invadir comunicaciones privilegiadas y calificó la demanda como “una manifestación del esfuerzo de años del Sr. Pitt para hostigar y controlar a Angelina”.