El gobierno japonés presentó este lunes 10 de noviembre una queja formal ante China tras considerar “extremadamente inapropiados” los comentarios realizados por el cónsul general chino en Osaka, Xue Jian, sobre la primera ministra Sanae Takaichi. El incidente se produce en un contexto de creciente tensión diplomática entre ambos países, motivado por la postura de Tokio frente a un eventual conflicto en Taiwán.
Durante una sesión parlamentaria celebrada el viernes en Tokio, Takaichi declaró que un hipotético ataque militar de China a Taiwán podría activar el derecho de Japón a la defensa colectiva, al representar “una situación que amenaza la supervivencia” del país. La mandataria respaldó su afirmación en la legislación aprobada en 2015 durante el gobierno de Shinzo Abe, de quien fue aliada cercana. Sus declaraciones se produjeron tras una reunión con un representante taiwanés durante una cumbre regional en Seúl, lo que ya había generado malestar en Beijing.
En respuesta, el cónsul Xue Jian publicó el sábado un mensaje en redes sociales que fue interpretado como una amenaza directa. Al compartir un artículo del diario Asahi sobre las declaraciones de Takaichi, escribió: “No tenemos más remedio que cortar ese sucio cuello que se ha abalanzado sobre nosotros sin dudarlo un instante. ¿Están preparados?”. El mensaje fue eliminado posteriormente.
Tokio exige explicaciones y Beijing responde con críticas
El secretario jefe del gabinete japonés, Minoru Kihara, calificó la publicación como “extremadamente inapropiada” y confirmó que tanto el Ministerio de Asuntos Exteriores como la embajada japonesa en Beijing presentaron una queja formal, exigiendo la eliminación del mensaje. Kihara también señaló que Xue ha realizado “múltiples comentarios inapropiados” en el pasado y que Japón ha solicitado reiteradamente a China que tome medidas al respecto.
Desde Beijing, el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Lin Jian, defendió la publicación como una reacción a los “comentarios erróneos y peligrosos” de Takaichi sobre Taiwán, e instó a Japón a “reflexionar sobre sus responsabilidades históricas”.
En Washington, el embajador estadounidense en Japón, George Glass, compartió el mensaje eliminado de Xue en la red social X, acusando al diplomático de haber amenazado tanto a la primera ministra como al pueblo japonés. “La máscara se ha vuelto a caer”, escribió.
Durante una comparecencia ante la comisión de Presupuestos de la cámara baja, Takaichi reafirmó su postura y aseguró que sus declaraciones reflejan la posición oficial del gobierno. Rechazó retractarse y explicó que, según el marco legal vigente, una “situación de amenaza a la supervivencia” permitiría a Japón actuar en defensa colectiva, incluso con el envío de tropas a Taiwán en caso de bloqueo o ataque armado.
Las tensiones entre China y Taiwán se remontan a 1949, cuando las fuerzas nacionalistas se replegaron a la isla tras su derrota ante el Partido Comunista. Beijing considera a Taiwán una provincia rebelde y ha reiterado que no descarta el uso de la fuerza para impedir su independencia, exigiendo a la comunidad internacional que respalde el principio de “una sola China”.
Con información de Infobae

