Los ingresos de los millennials en Miami-Dade muestran un retroceso frente a la generación anterior. Según un análisis del Opportunity Insights team de la Universidad de Harvard, los asalariados nacidos en 1992 ganan entre un 8 % y un 9 % menos que los nacidos en 1978 a finales de sus 20 años.
El estudio revela que un joven de 27 años que creció en un hogar de bajos ingresos ganó en 2019 casi $3,000 menos que su contraparte en 2005, ajustando por inflación. Entre las 10 mayores áreas metropolitanas de Estados Unidos, solo Filadelfia y Washington D.C. registran caídas de ingresos iguales o mayores.
Impacto de la Gran Recesión
La pérdida de ingresos comenzó alrededor de la crisis financiera de 2007, que golpeó con fuerza a Miami. “Esto hizo que muchos millennials crecieran en hogares más precarios que los niños de la generación anterior”, explicó Ned Murray, subdirector del Metropolitan Center de la Florida International University.
Tras la recesión, muchas industrias locales —especialmente servicios, turismo y construcción— redujeron empleos a tiempo completo y pasaron a contratos parciales o contingentes. El número de trabajadores involuntariamente a tiempo parcial en Florida se triplicó, según el Federal Reserve Bank of St. Louis. Esa dinámica persiste hasta hoy, afectando la estabilidad laboral y los beneficios como atención médica o planes de jubilación.
Segregación y desigualdad de vecindarios
Más allá de los ingresos familiares, el lugar donde se crece influye en la movilidad económica. “Los vecindarios con menor pobreza, mayor empleo y escuelas de calidad ofrecen más oportunidades”, señaló Sarah Oppenheimer, directora ejecutiva de Opportunity Insights.
En Miami, la segregación por raza e ingresos limita esa exposición. Los datos muestran diferencias significativas:
- Un trabajador de clase media criado en Brownsville gana en promedio $22,000 menos que alguien de Hialeah.
- En North Beach, se gana $8,000 menos que en Surfside.
- En Overtown, los ingresos pueden ser hasta $16,000 menores que en zonas cercanas a Biscayne Bay.
Posibles soluciones
Los expertos coinciden en que cerrar estas brechas requiere políticas públicas más integradoras:
- Cambios de zonificación que permitan viviendas de renta mixta en distintos barrios.
- Apoyo a pequeñas empresas, que representan más del 80 % de los negocios en Miami-Dade y emplean a más de la mitad de la fuerza laboral.
“Todo esto requiere niveles de compromiso y apoyo que simplemente no existen ahora mismo”, advirtió Murray. “Si Miami quiere tomarse en serio la movilidad económica, tendrá que cambiar”.
Con información de El Nuevo Herald

