Trump abre la puerta a un posible diálogo con Maduro

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El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, declaró que en algún momento podría conversar con su homólogo venezolano, Nicolás Maduro, en medio de un contexto marcado por tensiones políticas y despliegues militares en la región.

El lunes 17 de noviembre, al ser consultado en el Despacho Oval, Trump afirmó: “En algún momento, hablaré con él”, aunque agregó que el mandatario venezolano “no ha sido bueno para Estados Unidos”. El presidente estadounidense tampoco descartó otras medidas respecto a Venezuela, señalando que “no descarta nada” en relación con la presencia de tropas en el país sudamericano.

Horas más tarde, Maduro respondió desde su programa televisivo asegurando que está dispuesto a conversar “cara a cara” con cualquier representante estadounidense que busque un acercamiento. “En Estados Unidos, quien quiera hablar con Venezuela lo hará face to face, sin ningún problema”, dijo, aunque advirtió que no aceptará acciones militares contra su país.

Las declaraciones se producen en paralelo a la operación “Lanza del Sur”, un despliegue militar estadounidense en el Caribe que incluye la llegada del portaaviones Gerald Ford y más de 10.000 efectivos. Washington sostiene que la iniciativa busca reforzar su presencia en el hemisferio, mientras Caracas considera estas maniobras una amenaza directa.

En Trinidad y Tobago, donde se realizan ejercicios militares estadounidenses, la primera ministra Kamla Persad-Bissessar aclaró que su país “nunca ha recibido solicitudes” para utilizar su territorio como plataforma de ataques contra Venezuela, subrayando que no permitirá que se emplee con ese fin.

Un diálogo improbable

Aunque las tensiones persisten, las declaraciones de ambos mandatarios abren la posibilidad de un canal de comunicación directo entre Washington y Caracas. Para analistas internacionales, este intercambio de mensajes refleja tanto la complejidad de la relación bilateral como la necesidad de explorar vías diplomáticas en un contexto de creciente presión regional.

El eventual diálogo entre Trump y Maduro, aún sin fecha ni condiciones definidas, se perfila como un gesto simbólico en medio de la confrontación política y militar. La comunidad internacional observa con atención si estas expresiones de apertura se traducen en un proceso real de negociación o quedan en declaraciones aisladas.