El subcomité de Justicia Penal de la Cámara de Representantes de Florida aprobó este martes, con una votación de 11 a 4, un proyecto de ley que busca derogar el requisito de edad mínima de 21 años para la compra de rifles y armas largas, vigente desde la masacre en la escuela secundaria Marjory Stoneman Douglas en 2018.
La iniciativa, identificada como HB 133 y patrocinada por el republicano Tyler Sirois, plantea que la normativa actual vulnera los derechos de los adultos jóvenes a partir de los 18 años. Sirois argumentó que la prohibición crea una “categoría de ciudadanos de segunda clase”, al impedirles ejercer el derecho a la autodefensa garantizado por la Segunda Enmienda, pese a que el Estado les reconoce responsabilidades como votar, formar parte de un jurado o enlistarse en las fuerzas armadas.
Debate sobre libertades y seguridad escolar
El bloque republicano defendió la medida como una corrección a lo que consideran una extralimitación estatal, mientras que organizaciones defensoras de la tenencia de armas respaldaron la propuesta.
Por su parte, legisladores demócratas y activistas por el control de armas calificaron el avance del proyecto como un retroceso peligroso. Recordaron que la restricción de edad fue una pieza central de la Ley de Seguridad Pública Marjory Stoneman Douglas, aprobada tras el tiroteo que dejó 17 muertos en 2018. Argumentaron además que estudios sobre el desarrollo neurológico muestran que los jóvenes menores de 21 años aún no han alcanzado plena madurez en el control de impulsos, lo que incrementa el riesgo al combinarse con armas de alto poder.
Escenario legislativo dividido
El futuro de la propuesta en el proceso legislativo general es incierto. Aunque la Cámara de Representantes ha mostrado mayor disposición a flexibilizar las leyes de armas, el Senado de Florida ha frenado iniciativas similares en el pasado.
Analistas señalan que, aunque el gobernador Ron DeSantis ha expresado apoyo a la protección de los derechos de la Segunda Enmienda, la ausencia de un proyecto complementario en el Senado podría complicar la aprobación final.
El avance del proyecto HB 133 reaviva la polarización en torno al control de armas en Florida, enfrentando nuevamente la interpretación de las libertades constitucionales contra las demandas de seguridad pública surgidas de una de las tragedias más dolorosas en la historia reciente del estado.

