La Comisión del Condado Miami-Dade votó el martes a favor de designar a la representante estatal republicana Vicki López como nueva comisionada del Distrito 5, tras la renuncia de Eileen Higgins, quien dejó el cargo para postularse a la alcaldía de Miami.
La decisión se tomó con una votación ajustada de 7 a 5, en medio de un intenso debate sobre si el puesto debía llenarse mediante un nombramiento o a través de una elección especial. Higgins, cuya renuncia se hizo efectiva el 5 de noviembre, competirá en segunda vuelta contra el exadministrador municipal Emilio González.
División en la Comisión
El nombramiento de López puso de manifiesto diferencias dentro del órgano legislativo. El vicepresidente demócrata Kionne McGhee defendió la convocatoria de una elección especial para que los votantes eligieran directamente a su representante. En contraste, el presidente de la junta, Anthony Rodríguez, lideró la postura a favor del nombramiento, argumentando el alto costo de organizar comicios.
El comisionado demócrata Oliver Gilbert propuso a López para el cargo, destacando su trayectoria en la legislatura estatal. Sin embargo, la legisladora Raquel Regalado votó en contra, insistiendo en que una elección habría sido el camino más legítimo.
Los candidatos y el futuro del escaño
López, quien dejará su escaño en la Cámara de Representantes de Florida, fue seleccionada entre cinco aspirantes, entre ellos el excomisionado del Distrito 5 Bruno Barreiro, el excomisionado de Miami Joe Sánchez y el excomisionado de Miami Beach David Richardson.
De acuerdo con el estatuto de Miami-Dade, un comisionado designado sirve únicamente hasta la próxima elección a nivel condal. Esto significa que López deberá presentarse ante los votantes en agosto de 2026 si desea conservar el escaño. En caso de haberse convocado una elección especial, el ganador habría completado el mandato de Higgins hasta noviembre de 2028.
El nombramiento de Vicki López asegura la continuidad de la representación del Distrito 5, que incluye zonas emblemáticas como La Pequeña Habana y South Beach. No obstante, el debate sobre la legitimidad del proceso refleja las tensiones políticas en el condado y anticipa una contienda electoral decisiva el próximo año.