La recta final de la COP30 se vio interrumpida este miércoles 20 de noviembre por un incendio en la llamada Zona Azul, área administrada por Naciones Unidas que concentra las salas de reunión y pabellones de países y organizaciones internacionales.
El fuego, que se originó cerca del Pabellón de China, fue controlado en seis minutos por los bomberos locales. Trece personas fueron atendidas por inhalación de humo, mientras decenas de asistentes fueron evacuados por las salidas de emergencia, en medio de momentos de tensión.
Causas en investigación
Las autoridades aún investigan el origen del incendio. El cuerpo de bomberos señaló que pudo deberse a un equipo eléctrico defectuoso, mientras que el gobernador Helder Barbalho apuntó a una avería en un generador o un cortocircuito en una cabina.
El ministro de Turismo, Celso Sabino, confirmó que las llamas se propagaron rápidamente a puestos aledaños. De manera inédita, el control de la Zona Azul fue transferido temporalmente a las autoridades brasileñas en lugar de la ONU, hasta que se complete la evaluación de seguridad.
Contexto de la cumbre
La COP30 afrontaba una jornada clave para avanzar en acuerdos sobre adaptación climática, abandono de combustibles fósiles y freno a la deforestación. Sin embargo, el incidente se suma a una serie de problemas logísticos y de seguridad que han marcado la cita en Belém, desde filtraciones en las instalaciones hasta la irrupción de manifestantes en áreas restringidas.
El secretario ejecutivo de la Convención Marco de la ONU sobre Cambio Climático, Simon Stiell, ya había advertido el 12 de noviembre sobre fallas en los protocolos de seguridad y deficiencias en la infraestructura del recinto.

