El cierre del Miami Seaquarium, tras 70 años de funcionamiento en Virginia Key, ha dado paso al proceso de reubicación de los animales que permanecían en el parque temático. Documentos judiciales presentados en la corte federal de bancarrota en Delaware detallan los destinos de delfines, pingüinos, flamencos, reptiles y mamíferos marinos, considerados activos financieros bajo supervisión judicial.
Algunos delfines viajarán al Indianapolis Zoo, mientras que otros serán trasladados a centros de mamíferos marinos en los Florida Keys. Un delfín bottlenosed ya fue enviado al Brookfield Zoo, en las afueras de Chicago, en una transacción valorada en 10.000 dólares.
El Zoo Miami recibirá varios reptiles exóticos, entre ellos un uromastyx, una python y dos tegus blanco y negro. Once pingüinos africanos serán enviados al Tanganyika Wildlife Park, en Kansas, y más de dos docenas de flamencos rosados tendrán como destino el NOVA Wild Zoo, en Reston, Virginia.
Otros traslados incluyen nueve leones marinos y tres focas hacia Sea Lion Splash, un espectáculo itinerante con base en Manatee County. En los cayos de Florida, la organización sin fines de lucro Dolphin Life recibirá cuatro delfines —Ariel, Onyx, Ripley y Zo—, mientras que el Dolphin Research Center, en Marathon Key, acogerá a dos delfines adicionales (JJ y Samantha), junto con leones marinos y focas. La reubicación más lejana será la de una foca destinada al Seattle Aquarium.
El traslado de los animales constituye el último paso antes de que la propiedad, perteneciente al condado de Miami-Dade, inicie una nueva etapa. El desarrollador David Martin, CEO de Terra, ofreció 22,5 millones de dólares para adquirir el contrato de arrendamiento del Seaquarium, en manos de la mexicana Dolphin Company, que se declaró en bancarrota en marzo.
Martin planea transformar los 38 acres frente a la bahía en un complejo de marina y entretenimiento de 100 millones de dólares, con restaurantes, tiendas, espacios para eventos y un paseo público alrededor de Biscayne Bay. El proyecto incluye la construcción de un nuevo acuario como vestigio de la historia del lugar.
Los comisionados de Miami-Dade votarán el próximo 2 de diciembre sobre el acuerdo, que contempla un arrendamiento de 99 años y el pago de hasta el 5 % de los ingresos de la propiedad al condado. Se estima que la renta supere los 3 millones de dólares anuales cuando el nuevo complejo abra sus puertas en 2030.

