NASA confirma descargas eléctricas en la atmósfera de Marte

55

Científicos de la NASA anunciaron este miércoles el descubrimiento de descargas eléctricas en la atmósfera de Marte, registradas por el micrófono del rover Perseverance. Se trata de la primera evidencia sonora de relámpagos en el planeta rojo, aunque en una escala diminuta comparada con los rayos terrestres.

El hallazgo, publicado en la revista Nature, describe el fenómeno como “minirrayos” que se asemejan a la descarga estática que se siente al tocar un objeto metálico tras frotar los pies en una alfombra. “Es como un minirrayo en Marte”, explicó Baptiste Chide, científico del Instituto de Investigación en Astrofísica y Ciencias Planetarias de Toulouse, Francia.

Características del fenómeno

  • Las descargas son de escala centimétrica, muy diferentes a los rayos que zigzaguean desde las nubes hasta el suelo en la Tierra.
  • Aunque no representan peligro de electrocución para futuros astronautas, podrían afectar dispositivos electrónicos y trajes espaciales con el tiempo.
  • Los investigadores creen que estas chispas juegan un papel en las reacciones químicas de la atmósfera marciana.

Los relámpagos ya han sido observados en otros planetas como Júpiter y Saturno. En Marte, frío y seco, los científicos sospechaban desde hace tiempo que las tormentas de polvo podían generar acumulación de carga eléctrica. Sin embargo, los datos previos eran ambiguos.

El micrófono del Perseverance captó el sonido de estas descargas durante el paso de un remolino de polvo, junto con el ruido del viento y el impacto de partículas contra el rover. El resultado fue un chasquido de estática, considerado la prueba más directa hasta ahora de actividad eléctrica en la atmósfera marciana.

“Es muy interesante, muy significativo y, creo, la evidencia más convincente que tenemos de actividad eléctrica en Marte”, señaló Giles Harrison, profesor de física atmosférica de la Universidad de Reading, Inglaterra, quien no participó en el estudio.

El descubrimiento ayudará a los ingenieros a diseñar naves espaciales y equipos más resistentes para futuras misiones tripuladas al planeta rojo, anticipando los efectos de estas pequeñas pero constantes descargas eléctricas.