Dueños o inquilinos: el debate que define la carrera por la alcaldía de Miami

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Foto: Diario Las Américas

¿Ciudad de inquilinos o de propietarios? Esa es la pregunta que está marcando la carrera por la alcaldía de Miami, una contienda que se ha vuelto cada vez más ideológica a medida que se acerca la segunda vuelta del 9 de diciembre. En ella se enfrentarán la demócrata progresista Eileen Higgins, excomisionada del condado Miami-Dade, y el republicano Emilio González, militar retirado, exinstructor de West Point y figura con respaldo del gobernador Ron DeSantis y del expresidente Donald Trump.

Higgins, quien lideró la primera vuelta con un 35,96 % de los votos frente al 19,47 % de González, ha cimentado su campaña en un mensaje de “prosperidad y asequibilidad”, señalando inversiones cercanas a los 3 millones de dólares en pequeñas empresas y la creación de casi 7.000 unidades de vivienda asequible durante su gestión en el condado. Sin embargo, González asegura que ese discurso esconde un modelo que, lejos de favorecer a las familias trabajadoras, convertiría a Miami en “una ciudad de inquilinos permanentes”.

En entrevista con Fox News Digital, González advirtió que el verdadero reto es que Miami se ha vuelto tan cara que “nada es accesible”, especialmente para los jóvenes recién graduados que no encuentran empleos con salarios que les permitan pagar alquileres elevados o aspirar a una hipoteca. “No se vende nada por menos de 500 o 600 mil dólares. Los sueldos no soportan eso”, afirmó. Para él, Higgins apuesta por un enfoque “estatista” basado en construir, pero sin generar oportunidades reales de propiedad.

El republicano promete lo contrario: “Yo quiero una ciudad de propietarios”, insistió, defendiendo además la propuesta de DeSantis de eliminar los impuestos a la propiedad en Florida, algo que —asegura— podría aplicarse en Miami compensando el 7 % del presupuesto que estos representan mediante eficiencias internas.

González sostiene que su modelo evitaría que Miami caiga en los mismos errores urbanos que menciona como advertencia: Nueva York, Chicago o el centro de Los Ángeles. Para ambos candidatos, el futuro de la ciudad está en juego; para los votantes, la decisión ya no es solo política, sino profundamente personal: ¿qué Miami quieren vivir?

Con Información de Mascipolletti