El presidente del Consejo Europeo, António Costa, afirmó este lunes en Bruselas que la Unión Europea no aceptará ninguna “amenaza de interferencia en la vida política europea”, en respuesta a la nueva estrategia de seguridad nacional presentada por el gobierno de Estados Unidos. Costa subrayó que, si ambos bloques son aliados, deben actuar como tales y respetar la soberanía política interna.
La estrategia estadounidense, publicada el pasado viernes, advierte sobre un supuesto “fin de la civilización europea” en las próximas dos décadas, atribuido a las políticas migratorias, la censura de la libertad de expresión, la caída de las tasas de natalidad y la pérdida de identidades nacionales. Además, critica la “asfixia regulatoria” de la Comisión Europea y cuestiona la capacidad de los países europeos para seguir siendo aliados fiables si no cuentan con economías y ejércitos suficientemente fuertes.
Costa reconoció que existen diferencias en la relación transatlántica y recordó que las alianzas forjadas tras la Segunda Guerra Mundial han cambiado. Señaló que Bruselas y Washington ya no comparten la misma visión del orden internacional, pues Europa sigue defendiendo el multilateralismo, la ciencia y la cooperación frente a desafíos globales como el cambio climático, mientras que Estados Unidos rechaza ese enfoque.
El dirigente portugués consideró natural que europeos y estadounidenses no coincidan en todos los asuntos, pero insistió en que la interferencia en la vida política europea es inaceptable. Aun así, valoró que la estrategia estadounidense siga refiriéndose a Europa como aliado y destacó que Estados Unidos continúa siendo un socio económico esencial.
En materia de seguridad y defensa, Costa defendió que en 2027 los europeos deben asumir el liderazgo de la OTAN, actualmente en manos de Estados Unidos, para reforzar su posición internacional. Reivindicó además el papel de la Unión Europea en un mundo multipolar, en el que deben interactuar con países de África, América Latina, el Caribe y Asia para no quedar aislados.
El presidente del Consejo concluyó que Europa no puede existir en el escenario internacional sin poder comercial y que debe mantener relaciones amplias y diversas para garantizar su relevancia global.

