El primer paso para tratar las cicatrices del acné es prevenir la aparición de nuevos brotes, según especialistas. Una vez controlado este aspecto, los mejores resultados suelen obtenerse con procedimientos médicos como láseres, inyecciones y rellenos, aplicados por profesionales.
La dermatóloga certificada Robyn Gmyrek, de UnionDerm en Nueva York, advirtió que los remedios caseros tienen eficacia limitada. “La efectividad de los productos tópicos de venta libre es proporcional a la gravedad y profundidad de las cicatrices”, señaló. En casos de cicatrices profundas o con cambios en la textura de la piel, los tratamientos sin receta no ofrecen mejoras significativas.
No obstante, existen opciones de venta libre que pueden ayudar a reducir la hiperpigmentación y mejorar la apariencia de cicatrices leves. Entre ellas destacan:
- Retinoides: favorecen la renovación celular y estimulan la producción de colágeno, lo que ayuda a mejorar el tono y la textura de la piel.
- Ácido azelaico: presente en sueros y geles, contribuye a unificar el tono y disminuir marcas superficiales.
- Vitamina C: antioxidante que ayuda a reducir el enrojecimiento y cambios leves de color.
- Exfoliantes químicos (AHA y BHA): corrigen la textura desigual y la decoloración, además de mantener el acné bajo control.
Los expertos recomiendan consultar con un dermatólogo antes de iniciar cualquier rutina, ya que los resultados dependen de la profundidad de las cicatrices y de la respuesta individual de la piel.