La violencia digital se ha convertido en una de las amenazas de mayor crecimiento en el mundo online y afecta de forma desproporcionada a mujeres, niñas y personas con identidades de género diversas. Desde el troleo y el doxing hasta los deepfakes y el ciberacoso, millones de personas enfrentan cada día formas de agresión que trascienden la pantalla y generan consecuencias emocionales, sociales y físicas.
Según la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), cerca de seis mil millones de personas utilizan internet, pero 280 millones más hombres que mujeres estuvieron conectados este año. Esta brecha refleja, en parte, el impacto de la violencia digital, que aleja a muchas mujeres del uso seguro de las tecnologías. Para ONU Mujeres, hasta el 58% de mujeres y niñas han sido víctimas de violencia en línea en algún momento.
La experta en ciberseguridad y derechos digitales Laura Hidalgo, consultora de políticas tecnológicas, advierte que “la violencia digital no es un problema de comportamiento individual, sino de estructuras que permiten la impunidad en línea”. Añade que esta realidad impide que millones de mujeres participen plenamente en la vida digital.
Entre las formas de violencia más comunes, destacan el troleo, que busca provocar y hostigar públicamente; el doxing, o divulgación de datos personales con fines dañinos; los deepfakes, que manipulan imágenes y videos sin consentimiento; el grooming, que pone en riesgo a menores; y el ciberacoso, cada vez más extendido en redes y plataformas de mensajería.
La psicóloga social María Alejandra Torres, especialista en violencia digital, explica que estas agresiones “pueden generar ansiedad, aislamiento, pérdida de confianza y un daño psicológico persistente”.
La ONU insta a los gobiernos a proteger la privacidad, penalizar estas prácticas y exigir a las empresas tecnológicas medidas más estrictas para eliminar contenido dañino. Además, recomienda a los usuarios reforzar su seguridad digital, limitar la información personal que comparten y denunciar cualquier comportamiento abusivo.
Con una campaña activa hasta el 10 de diciembre, la organización hace un llamado urgente: erradicar la violencia digital es clave para garantizar la seguridad y la participación plena de todas las mujeres y niñas en el entorno digital.