La investigación sobre el sangriento ataque terrorista en Bondi Beach que dejó quince víctimas mortales ha revelado que los responsables, identificados como Sajid Akram y su hijo Naveed Akram, actuaron motivados por una ideología extremista de corte antisemita.
Así lo confirmó el primer ministro de Australia, Anthony Albanese, mientras las autoridades examinan activamente posibles vínculos con el grupo terrorista Estado Islámico (EI). El atentado se produjo mientras la comunidad judía de Sídney celebraba el primer día de Janucá, lo que ha generado una intensa respuesta de las autoridades.
Bandera de EI y explosivos improvisados en el vehículo
La gravedad de la situación se evidenció con los hallazgos policiales. Dentro del vehículo plateado que los Akram utilizaron para el ataque en Bondi, la policía encontró una bandera asociada a Estado Islámico y varios artefactos explosivos improvisados, según fuentes policiales citadas por The Sydney Morning Herald.
La atención de las autoridades se ha centrado en la rama conocida como Estado Islámico de Asia Oriental, que mantiene actividad en Filipinas. Sajid Akram, de 50 años, y Naveed Akram, de 24, visitaron ese país el mes anterior, lo que ha levantado sospechas sobre una posible radicalización durante el viaje.
El primer ministro Albanese declaró a la cadena australiana ABC que se ha descartado la existencia de un tercer implicado y no se han encontrado pruebas de que los atacantes formaran parte de una célula organizada.
Los atacantes: De Bonnyrigg a la lista de vigilancia
Los dos sospechosos residían en una pequeña vivienda en Bonnyrigg, en el extremo occidental de Sídney. La policía ha ejecutado órdenes de registro en su domicilio, así como en una propiedad de alquiler temporal en Campsie.
Aunque el comisionado de policía de Nueva Gales del Sur, Mal Lanyon, describió el historial de Naveed Akram como “muy limitado”, se sabe que el joven albañil, desempleado desde hacía dos meses, había sido objeto de una investigación previa por parte de la agencia de inteligencia australiana ASIO en octubre de 2019 debido a sus asociaciones personales.
Albanese detalló que la investigación de la ASIO duró seis meses y concluyó que no había una amenaza persistente. Por ello, el nombre de Naveed no figuraba en las listas de vigilancia antiterrorista antes del ataque. Su madre, Verena, relató que el día del atentado su hijo le había dicho que iba de pesca.
En cuanto a Sajid Akram, poseía licencia de armas desde hacía una década y contaba con seis armas registradas. Padre e hijo participaban en un club de caza y tiro, según The Times.
La policía ha señalado que, aunque la investigación se centra en la ideología extremista, es prematuro confirmar los motivos exactos del ataque. El comisionado Lanyon insistió en que se debe evitar la especulación para permitir un trabajo exhaustivo de los investigadores.
Con información de Infobae

