El presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, afirmó que las puertas de su país están abiertas para el mandatario venezolano, Nicolás Maduro, en caso de que decida abandonar Venezuela. “Maduro jamás fue nuestro enemigo o contrincante. Si quisiera venir a Bielorrusia, nuestras puertas siempre están abiertas para él”, declaró en una entrevista con el canal estadounidense Newsmax TV, difundida este martes 16 de diciembre de 2025 por la agencia estatal BELTA.
No obstante, Lukashenko, considerado por la Unión Europea como “el último dictador de Europa” tras elecciones sin oposición calificadas de farsa, matizó que este tema nunca ha sido abordado directamente. “Maduro no es el tipo de persona que lo deja todo y se fuga. Es un tipo duro, un ‘chavista’, como Chávez. Un hombre decente, sensato, con el que se puede conversar y llegar a acuerdos”, sostuvo.
El mandatario reconoció que en medios bielorrusos circula el rumor de un supuesto acuerdo para que Maduro se exilie en Bielorrusia, aunque negó que se haya discutido con él. “Sobre Venezuela hablamos más con los estadounidenses que con Maduro sobre su dimisión. Es un hombre corajudo”, añadió.
Lukashenko aprovechó para rechazar las acusaciones del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que vinculan a Maduro con el narcotráfico. “Los estadounidenses no tienen pruebas de esto, y yo tampoco. Pienso que eso no es así”, afirmó, asegurando además que “Maduro no es adicto a las drogas”.
El líder bielorruso advirtió que el problema del narcotráfico es global y no puede combatirse con misiles, en referencia a los recientes bombardeos contra embarcaciones vinculadas al tráfico de drogas. Criticó también la presión internacional sobre Venezuela: “No deberían estrangular a Venezuela. Deberían llegar a un acuerdo. No creo que tal volumen de drogas que entra a Estados Unidos provenga de Venezuela. Yo no le creo a Trump en esto”.
Finalmente, Lukashenko cuestionó la decisión de Washington de no reconocer las elecciones presidenciales venezolanas y advirtió que un ataque contra la nación caribeña podría provocar “un segundo Vietnam”. “Estoy absolutamente convencido de que todos los problemas, todos los deseos de Estados Unidos de América, pueden resolverse hoy de manera pacífica”, concluyó.
Con información de DW

