Doce años después del grave accidente de esquí que cambió su vida, el estado de salud de Michael Schumacher apenas ha variado. La familia del siete veces campeón de Fórmula 1 mantiene un hermetismo absoluto, blindando cualquier detalle y limitando el acceso a su entorno más cercano.
En 2025, Richard Hopkins, exjefe de operaciones de Red Bull y exdirectivo de McLaren, volvió a poner el foco en la situación del alemán. En una entrevista reciente, Hopkins reconoció que no cree que “volvamos a ver a Michael” y subrayó el respeto con el que quienes lo visitan guardan silencio. “Incluso si fueras el mejor amigo de Ross Brawn y le preguntaras qué tal está Michael, no creo que se abriera y compartiera nada”, afirmó.
Especulación y pocas certezas
El periodista Felix Gorner, de RTL, resumió la situación con crudeza: “La situación es muy triste. Él necesita cuidados constantes y depende completamente de sus cuidadores. Ya no puede expresarse verbalmente”. Según sus cálculos, solo unas 20 personas tienen acceso directo al expiloto.
Durante estos años, distintos médicos han especulado con que Schumacher podría tener una conciencia limitada, reconocer a personas cercanas e incluso haber visto algunas carreras de Fórmula 1 en los primeros años tras el accidente. Sin embargo, el consenso apunta a que no puede hablar ni caminar. “No es el Michael que conocimos”, llegó a afirmar Jean Todt, expresidente de la FIA y uno de los pocos que lo ha visitado.
Subastas solidarias y legado
En paralelo, la figura de Schumacher sigue presente a través de iniciativas solidarias. En 2025, varias piezas históricas del alemán fueron subastadas: un mono de carreras del año 2000 alcanzó los 95.650 euros, junto a un traje Benetton de 1995 y un casco Ferrari firmado. Parte de los fondos se destinaron a la Fundación Keep Fighting, creada por su familia en 2017 para apoyar proyectos sociales y deportivos.
“Nos complace ver que tantos de estos artículos especiales encuentran un nuevo hogar y, al mismo tiempo, recaudan fondos para la fundación”, explicó Rich Soddy, fundador del Driver Lounge.
Meses antes, Sir Jackie Stewart reveló que Schumacher había participado, con ayuda de su esposa Corinna, en la firma de un casco solidario. “Es maravilloso que Michael haya podido firmar el casco por esta buena causa”, dijo, aunque luego aclaró: “Su mujer le ayudó”.
Doce años después, las noticias sobre Schumacher siguen siendo escasas y poco alentadoras. Su familia ha cumplido la promesa de defender su intimidad por encima de todo, alejándolo de los focos y preservando su legado como uno de los pilotos más influyentes de la historia de la Fórmula 1.
Con información de Antena3