Bolsonaro podría enfrentar hasta 40 años de cárcel

78
jair bolsonaro fiscalía brasil-miaminews24
Foto: CNN

Un hecho histórico para la justicia brasileña: el expresidente Jair Bolsonaro ha sido condenado por un intento de golpe de Estado. Este jueves, el Supremo Tribunal Federal de Brasil alcanzó una mayoría de tres votos a favor de la condena en un panel de cinco miembros, lo que lo convierte en el primer exmandatario del país en ser sentenciado por este crimen.

Los jueces Cármen Lúcia Antunes, Flávio Dino y Alexandre de Moraes, relator del caso, votaron a favor de la condena, superando el voto en contra de Luiz Fux. Bolsonaro, que se declaró inocente, fue hallado culpable de cinco cargos, incluyendo intento de golpe de Estado y organización criminal, y podría enfrentar una pena de hasta 40 años de cárcel.

La magistrada Cármen Lúcia Antunes afirmó durante su exposición que se dio por «comprobado que Jair Bolsonaro cometió los crímenes en la condición de líder de organización criminal».

El juicio, en el que también están implicados siete de sus exasesores y ministros, se centró en la organización de un plan para desmantelar el régimen democrático de Brasil. Este esfuerzo culminó en el asalto a las sedes de los tres poderes en Brasilia el 8 de enero de 2023, un evento por el que más de 600 personas ya han sido sentenciadas.

Repercusiones y contexto político

Bolsonaro, de 70 años, ya cumple arresto domiciliario por desafiar restricciones judiciales y fue inhabilitado en 2023 para ejercer cargos públicos por ocho años, tras ser condenado por difundir información falsa sobre el sistema electoral.

Aunque el exmandatario puede apelar, el pleno del Tribunal Supremo solo revisaría puntos específicos de la sentencia, no la totalidad del caso.

El juicio ha captado la atención internacional. En Estados Unidos, el expresidente Donald Trump lo ha calificado como una “cacería de brujas”. Por su parte, la Casa Blanca ha defendido el uso del «poder económico y militar» para proteger la libertad de expresión, a lo que el gobierno brasileño ha respondido que el primer paso para proteger esa libertad es «defender la democracia».